"No es el mejor momento para pedir transferencias". El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reconoció que "problemas territoriales" están detrás del veto del Ministerio de Fomento al traspaso de la AP-9. Según explicó, hay muchas autopistas del Estado cuya transferencia pide la Generalitat de Cataluña y además el Gobierno tiene que hacer frente a la quiebra de las concesionarias de varias vías en Madrid. A pesar de ello, el jefe del Ejecutivo gallego aseguró que "insistirá y persistirá".

"No puedo aceptar que la transferencia de una autopista vital para Galicia esté condicionada a problemas estructurales y territoriales del Estado español", defendió tras la insistencia en el pleno del Parlamento de los portavoces de la oposición que criticaron el "bochorno" del veto de Fomento al traspaso de la Autopista Atlántico y acusaron a Feijóo de ser "sumiso" y "cómplice".

De hecho, el portavoz socialista Xoaquín Fernández Leiceaga reclamó a Feijóo que "rompa relaciones con el ministro de Fomento y que desactive la comisión de seguimiento de la AP-9". Y le propuso enviar a Madrid "una embajada pacífica" formada por diputados de los cuatro grupos parlamentarios gallegos para que expliquen a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, las "razones" de Galicia para reclamar la titularidad de la Autopista del Atlántico. El PSOE propondrá celebrar en el Parlamento gallego un pleno extraordinario al respecto.

También la portavoz del BNG, Ana Pontón, apuntó hacia Ana Pastor porque "su voto es decisivo" para que la proposición impulsada desde el Parlamento de Galicia se pueda debatir en el Congreso. "Y lo que es sospechoso es que usted ni siquiera levantara el teléfono para hablar con la presidenta del Congreso", le espetó a Feijóo.

El presidente de la Xunta se mostró dispuesto a "mantener la unidad" en la demanda de traspaso de la AP-9 pero aclaró: "si quieren hablar en serio de la transferencia cuenten con nosotros, pero si quieren hacer ruido, allá ustedes". Y además apuntó que solo aceptará la cesión de la Autopista del Atlántico si el Gobierno sigue asumiendo las rebajas en los peajes de Rande y Barcala.

Así, recordó que la Xunta logró que desde este año sea el Ejecutivo central quien asuma estas bonificaciones en las tarifas, que hasta la fecha fueron costeadas por las arcas autonómicas. Y advierte que no aceptará que el cambio de titularidad de la AP-9 suponga revertir esta situación. "No firmaré una transferencia que signifique un incremento de gasto para Galicia", matizó.

El portavoz de En Marea, Luís Villares, centró sus críticas en el "desgobierno" y la conflictividad social que, según denuncia, han marcado el inicio de esta legislatura. "Aunque usted esté orgulloso, éste es el semestre del desgobierno", advirtió el líder de la formación rupturista, quien reprobó la "extinción" de centros públicos educativos y se preguntó si el PP también busca "la extinción" de la juventud y del rural ante la "falta de oportunidades".

Las críticas de Villares dieron pie a que Feijóo le echase en cara la división interna en el seno de su partido. "El principal conflicto político que hay en Galicia ahora mismo es usted", señaló en alusión a los críticos de En Marea que cuestionan el liderazgo de Villares.