Seis jornadas de huelga de autobuses en Galicia dejaron tirados a miles de pasajeros ante el incumplimiento de los servicios mínimos. Pese a las negociaciones a contra reloj de la última semana, la Xunta no logró poner fin al conflicto, que amenaza con convertirse en un paro indefinido a partir de jueves si Gobierno autonómico, sindicatos y patronal no alcanzan esta semana un acuerdo. Los últimos días de reuniones, marcadas por el plantón de los transportistas a la conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, por su rechazo a partir de cero las negociaciones sobre el futuro plan de transporte, tuvieron tímidos progresos con los representantes de los trabajadores. Los acuerdos que están a punto de cerrarse, según los avances logrados en la reunión del pasado viernes, están relacionados con las cláusulas sociales.

Por el momento no se espera una nueva reunión a tres bandas. Mientras los sindicatos se mostraron satisfechos con el resultado del último encuentro con la conselleira, las federaciones mayoritarias en el sector (Transgacar, Fegabús y Anetra) dieron por "rotas" el jueves las negociaciones después de que, según denunciaron, Vázquez les convocase para trasladarles una "política de hechos consumados", tras aprobar el Consello de la Xunta el inicio de la licitación de las nuevas concesiones. Los empresarios del sector culpan a la Xunta de favorecer el conflicto y acusan a la conselleira de estar "totalmente entregada" a un proyecto que rechazan de plano. Aunque el Ejecutivo autonómico reiteró el viernes que "la puerta está abierta" para retomar el diálogo con los transportistas, con los empresarios las posiciones están muy alejadas ya que reclaman empezar de cero.

Aunque ha habido un acercamiento entre la Xunta y los trabajadores en materia social, los sindicatos advierten de que quedan cuestiones sin resolver para poner punto y final a la huelga, ya que el plan "sigue teniendo los mismo defectos". Para tratar de solucionar el conflicto, reclaman a la patronal que "dé pasos" para "desbloquear" la negociación de los convenio colectivos provinciales, que aún están "pendientes", informa Europa Press.

Desde la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), su presidente, Antón Arias, reconoció que es "difícil" una solución para un conflicto "bastante enconado". En una entrevista concedida a Radio Galega, Arias emplazó a las partes implicadas a hacer un "esfuerzo". y evitar "un callejón sin salida". Alertó también de que si el paro se hace indefinido "los efectos va a ser muy importantes en el conjunto de la economía gallega".