Mientras las terminales de toda Galicia volvieron a amanecer ayer prácticamente vacías en la sexta jornada de huelga de autobuses, Xunta y sindicatos lograban en los despachos el primer gran acuerdo desde que se inició el conflicto el pasado 20 de junio.

Tan solo 24 horas después de que los trabajadores del sector apostaran por convertir al paro en diario a partir del 13 de julio, la conselleira de Infraestruturas Ethel Vázquez y las centrales sindicales cerraron el documento de subrogación sobre el que negociaban desde el pasado jueves.

Con la cláusula consensuada y el compromiso de la consellería de incorporarla al nuevo plan de transporte público, el Consello de la Xunta aprueba hoy el inicio de la tramitación de las nuevas concesiones de autobuses. Pese a todos los frentes que todavía quedan abiertos, el Gobierno gallego defiende que el comienzo del proceso permitirá "garantizar" a partir de agosto el futuro de las pequeñas empresas y la continuidad laboral de los trabajadores.

Los representantes de estos, sin embargo, rebajan el tono festivo de la Xunta al considerar que se trata de una "verdad a medias". Las centrales sindicales insisten en que se ha logrado garantizar las condiciones del personal subrogado pero no que toda la plantilla de trabajadores vaya a mantener su puesto de trabajo.

Para avanzar en ese camino, los sindicatos esperaban ayer negociar con la consellería la dotación económica de las nuevas concesiones. Sin embargo, aseguran que el departamento dirigido por Vázquez no les facilitó los informes precisos para ello. "Nunca cumplen su palabra. Quedaron en pasarnos documentación sobre los nuevos contratos y el personal subrogado y no nos presentaron absolutamente nada", señaló el portavoz de la CIG, Xesús Pastoriza. "Así es imposible negociar", recalcó.

Los sindicatos, además, sostienen que la consellería les trasladó la propuesta de "abordar conjuntamente" un incremento del 25% en la partida prevista para los contratos de los conductores de autocar. Dicha oferta, que la Xunta reconoció haber realizado en una primera nota de prensa pero que horas después rectificó asegurando que se trataba de "un error", no convence a las centrales. Pastoriza afirma que aunque se produjera dicha subida salarial, esta se produciría de forma paralela a la desaparición de 80 líneas de autobús, lo que se traduciría en "la pérdida de cerca de un centenar de empleos". Además, recuerda que el Gobierno gallego sigue sin clarificar cuál será la cuantía económica prevista para el resto de la plantilla del sector, como taquilleros, personal administrativo o mecánicos.

El diálogo a tres, hoy

El calendario de negociaciones sufrió un giró inesperado en la tarde de ayer. La consellería había convocado a sindicatos y patronal a una mesa tripartita a las cinco de la tarde pero quince minutos antes de su inicio notificó a los convocados que la suspendía. Una hora después, les informaba de que la reunión se producirá finalmente esta tarde.

El plantón causó malestar tanto entre los sindicatos, que en boca de Pastoriza lo calificaron como una muestra de "prepotencia impresentable", como entre las tres principales federaciones de autobuses (Anetra, Fegabús y Transgacar), que se mostraron"indignadas".

En un comunicado de prensa, los transportistas expresaron su "desconcierto" por la desconvocatoria del diálogo a tres, "sin ningún tipo de explicación", y acusaron a la conselleira de no querer "acercar posturas", sino simplemente dejar "que el tiempo siga avanzando para que llegue el momento de imponer su proyecto".

Los empresarios, que esperan que el presidente de la Xunta ofrezca "una explicación creíble y lógica" sobre la negativa de Vázquez a buscar consenso con el sector", aseguran estar "hartos" de "las mentiras que vierte la conselleira desde el inicio del proceso". Según los transportistas, decepcionados por las "constantes vacilaciones y falsedades" de Vázquez, "no es verdad" que se haya contado con el sector para la elaboración de este plan. Afirman que las compañías únicamente tuvieron conocimiento de los anteproyectos una vez se publicaron y que todavía no han podido acceder a los textos definitivos.