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Doce mil jóvenes trabajan mientras estudian por causas económicas

Buscan contribuir a las rentas familiares o bien ganar independiencia - Cuatro de cada diez trabajadores de menos de 30 años ocupa puestos por debajo de su cualificación

A pesar de las dificultades para encontrar un empleo, en Galicia hay más de 24.000 mil jóvenes de menos de 30 años que compaginan sus estudios con un trabajo. La mitad de ellos lo hacen por exigencias de su plan de estudios, es decir por prácticas de la carrera, el máster o la Formación Profesional. Pero otros 12.000 se ven obligados por razones económicas. Son el contrapunto a los "ninis", que ni estudian ni buscan empleo. Los "sisis" que trabajan por necesidad buscan obtener unos ingresos que les permitan colaborar en la economía familiar o disponer de más independencia económica.

Los "sisis" son más comunes en etapas formativas como la universidad (especialmente en los últimos años de carrera o durante el máster), aunque también existen en la FP o incluso el Bachillerato.

Los expertos apuntan que esta tendencia irá en aumento en los próximos años. En otros países europeos es ya habitual que jóvenes universitarios compatibilicen sus estudios con un empleo a media jornada. Trabajar durante la carrera o mientras se estudia un grado de FP, sobre todo si se trata de un puesto relacionado con la formación que se está cursando, puede ser una buena opción para ganar experiencia laboral.

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Sin embargo, los expertos apuntan que en Galicia la realidad es otra. Los planes de estudio no están adaptados para que se puedan compatibilizar con un trabajo y la práctica mayoría de jóvenes que compaginan estas dos actividades lo hacen "por necesidad" y en puestos que no están vinculados a su educación como camareros o dependientes.

El último informe del Observatorio de la Emancipación, elaborado por el Consejo de la Juventud, cifra en 108.883 a los asalariados de menos de 30 años. De ellos, 84.728 no cursan estudios. Es decir, hay otro 22 por ciento del total de empleados de menos de treinta años que sí compagina su puesto con la formación académica.

Las razones por las que estos "sisis" trabajan y estudian a la vez las concreta el último estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre "Los jóvenes en el mercado laboral" de la Encuesta de Población Activa (EPA). El 49 por ciento de los jóvenes gallegos lo hace porque "forma parte de su plan de estudios". En el 51 por ciento restante, aunque no aparece detallado en el INE, los expertos en inserción laboral apuntan claramente a "necesidades económicas".

El problema es que, a pesar del empeño de muchos jóvenes en continuar formándose, la realidad es que cuando llegan al mercado cuatro de cada diez terminan ocupando puestos por debajo de su cualificación académica.

En cuanto a los "ninis" se ha reducido su número en el último año un 12 por ciento. La cifra de jóvenes gallegos que no estudian y no tiene trabajo ni lo busca se sitúa en 21.000 frente a los casi 24.000 que había en 2015. Además hay otros 43.575 en el paro. Aunque el desempleo entre los gallegos de menos de treinta años se redujo un 20 por ciento.

El salario medio de una persona joven está en 9.734 euros anuales, unos 800 euros al mes, una nómina que apenas se incrementó un 0,4 por ciento en el último año.

Cincuenta mil treintañeros viven aún con sus padres

  • El incremento del empleo ha permitido aumentar en Galicia las tasas de emancipación juvenil, aún así todavía hay más de 50.000 jóvenes de 30 a 34 años que viven con sus padres.En 2015 el número de treintañeros que todavía no se habían independizado era mayor y ascendía a 65.947. La tasa de emancipación en este colectivo ha pasado del 61 por ciento al 67.Entre los jóvenes de 16 a 29 años el porcentaje de gallegos independizados es mucho menor, de un 19,5 por ciento. Un total de 63.396 viven ya fuera del hogar paterno, pero aún quedan bajo el amparo de sus padres más de 261.000.La evolución, en todo caso, es positiva respecto al año pasado, cuando la tasa de emancipados era del 18,4 por ciento. En total, se han ido a vivir fuera de la casa de los padres en el último año más de 4.400 gallegos de entre 16 y 34 años.El factor que más peso ha tenido en el incremento de independizados es la mejora en el empleo. La población ocupada creció un 4,14 por ciento y el paro bajó un 20,4 por ciento.Sin embargo, en cuanto al acceso a la vivienda las cosas no han mejorado mucho. Para un joven que se quiera ir a vivir solo de alquiler tendrá que dedicar el 52,3 por ciento de su salario a pagar la vivienda, un 6,8 por ciento más que el año pasado. Es más fácil si se comparte piso. Si se trata de un hogar joven el coste ronda el 26,7 por ciento de los ingresos. Ha sido mejor la evolución para los quieren comprar una vivienda, puesto que el esfuerzo económico que tendrán que realizar en función de su salario ha bajado un 4 por ciento.Aún así, si quieren vivir solos, tendrán que aportar la mitad de su sueldo para la hipoteca.

Antonio Rial Sánchez | Especialista en Formación para el Trabajo

"Se deberían adaptar los planes de estudio para los que tengan un empleo"

Trabajar y estudiar al mismo tiempo ayuda a la inserción laboral. El problema es que en Galicia los planes de estudio no están adaptados y los jóvenes se ven forzados a compaginar ambas actividades "por necesidad económica". Así lo defiende Antonio Rial Sánchez, director del grupo gallego de estudios para la inserción laboral y profesor titular de la Facultad de Ciencias de la Educación.

-¿Cuál es el perfil del joven que trabaja y estudia al mismo tiempo? ¿Por qué lo hacen?

-Fundamentalmente por la necesidad económica. Pero no porque tengan que pagarse los estudios porque la FP es gratuita y en la universidad hay becas y apoyos económicos. Es más bien un tema estructural, relacionado con la familia, que no da más de sí. Viendo los salarios medios en España un hogar con dos hijos puede tener dificultades. Lo ideal sería que trabajara en algo relacionado con sus estudios, pero no es así. Acaban en la hostelería o el comercio. A veces me asusto de lo ingeniosos que son a la hora de buscarse la vida.

-¿Es bueno compaginar trabajo y estudios?

-En la UE es una tradición, pero no pasa en España. Trabajar y estudiar al mismo tiempo es importante porque el trabajo es formativo. La persona que compatibiliza ambas actividades tiene un camino andado y le ayudará en el futuro a encontrar trabajo. Yo recomendaría empezar a trabajar desde los 16 años, aunque sean unas horas. Con el sistema actual un joven, entre la carrera y el máster, llega a los 30 años al mercado laboral sin ningún tipo de experiencia y así le será más difícil insertarse.

-¿Pero se puede atender a las dos cosas a la vez?

-Aquí en Galicia no se facilita. En la universidad obligan a ir a todas las clases. En FP sí existen más facilidades incluso para cursar módulos sueltos y hay horarios de tarde-noche. Y está la FP dual en la que te formas mientras trabajas. Deberían hacer lo mismo con las carreras, con horarios nocturnos o clases solo de media jornada y currículums adaptados. Ahora mismo la única opción de cursar una titulación y tener un empleo es la universidad a distancia y las privadas, que te permiten formación online. Las públicas, por ejemplo, no tienen. Habría que cambiar el sistema y crear una nueva cultura donde fueran normales las entradas y salidas del sistema formativo. Debe haber un continuo formativo del trabajador.

-¿Y como se cambia esa cultura?

-Los padres no lo fomentan. Incluso cuando su hijo estudia y trabaja lo ocultan. Y me llama la atención que, cuando doy una charla a niños de 16 años, no son conscientes de que se forman para trabajar. Y hay que tener claro que se estudia siempre, sean estudios básicos o superiores, para encontrar un trabajo.

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