Tan "fructífero" como "insuficiente". El primer encuentro bilateral entre Xunta y sindicatos, celebrado ayer tras el reestablecimiento del diálogo el pasado jueves, no ha logrado evitar que el conflicto por el nuevo plan de transporte público permanezca abierto.

Tras casi cinco horas de negociación en torno al impacto que la reeordenación de las líneas de autobuses provocará sobre los empleos, la a conselleira de Infraestructuras Ethel Vázquez celebró avances "sustanciales" y "muy importantes" para asegurar el mantenimiento de los puestos de trabajo en el sector. Los sindicatos, que también destacaron progresos "importantes" al respecto, utilizaron, sin embargo un tono más prudente que festivo. "Hay que ir paso por paso y a día de hoy sigue en pie la estrategia", señaló Marcos Pérez, portavoz de CC.OO. Fundamentalmente, señaló Beatriz Meilán, de UXT, porque sería una "irresponsabilidad" la desconvocatoria de la huelga del próximo martes", cuando las centrales sindicales votarán si convierten al paro en diario e indefinido, "sin tener cerradas reivindicaciones fundamentales" .

Entre estas, los sindicatos reconocen haber constatado ayer avances en la propuesta de la Xunta respecto al trasvase de trabajadores - obligatorio por ley - desde las empresas concesionarias salientes a las que accedan a nuevos contratos. "Hay mejoras en la garantía de la subrogación del empleo y también en el respeto de las condiciones laborales de quienes sean subrogados", sintetizó Xosé Pastoriza.

Como ejemplo, el portavoz de la CIG señaló que la consellería, con la que los sindicatos volverán a mantener un encuentro el lunes, introdujo en el documento discutido ayer la retirada de las concesiones a aquellas empresas que no respeten las condiciones de subrogación. Además, la Xunta, que estudiará durante el fin de semana las peticiones planteadas por los sindicatos, ya habría aceptado incorporar algunas a su proyecto.

Según fuentes sindicales, entre ellas estaría el mantenimiento de las condiciones laborales dependientes de los convenios propios de las empresas para los empleados que sean subrogados o el control de la jornada laboral de los acompañantes escolares, que hasta ahora trabajaban con contratos según el tiempo aproximado que duraba la ruta.

Sin embargo, ni estos ni el resto de avances de ayer sobre los que los sindicatos preferieron no dar más detalles, han alcanzado para frenar el calendario de protestas. "Hay avances y son positivos pero por ahora no hay nada que se pueda traducir en el cierre del conflicto", recalcó Meilán. "Seguimos sin ver cómo se cuadran algunas cosas", añadió.

Ayer la Xunta solicitó a CC.OO., CIG y UXT la suspensión de los paros previstos para el martes y miércoles de la próxima semana sin conseguirlo. Las centrales sindicales insisten en quedan muchos obstáculos que salvar.

Por una parte, consideran que el volumen de los nuevos contratos de concesiones es inferior al de los anteriores por lo que el nuevo plan de transporte se traducirá en una pérdida de puestos de trabajo. "Es una línea roja y de momento no tenemos solución para ello. Mientras no tengamos garantizado que el 100% del personal será subrogado a nosotros no nos vale", subrayó Pastoriza.

A la vez, los sindicatos creen que la garantía de los empleos pasa por el respaldo de números, por lo que sostienen que "el futuro del transporte es inviable"si la Xunta no incrementa la dotación económica de los nuevos contratos concesionarios. "Hasta que tengamos garantías en estos temas no vamos ni a suspender ni a desconvocar la huelga", reiteró el sindicalista de la CIG.

Pendiente por abordar queda,además, otro de los motores de la huelga: el actual bloqueo de los convenios colectivos, con carácter provincial y sin actualizarse desde hace varios años. Fuentes sindicales esperan poden reunirse con los empresarias para abordar el tema el próximo lunes.

Entonces, y pese a todos los flecos sueltos, la conselleira espera que "se puedan alcanzar soluciones definitivas y favorables para todas las partes". El primer escenario para lograrlo lo tendrá el lunes por la mañana, cuando se reunirá con los representantes de las compañías de autocares. Después, por la tarde, tendrá un nuevo encuentro con los sindicatos.