Un invierno y una primavera "especialmente" secos más una previsión de un verano con temperaturas "ligeramente superiores" a la media elevan el temor de la administración a los incendios forestales en Galicia. El subsecretario de Interior del Ministerio, Luis Aguilera, reconoció ayer que existe "mayor preocupación" por esta cuestión ante las condiciones climatológicas, por lo que el operativo de lucha contra las llamas estará "especialmente vigilante".

Aguilera realizó esta advertencia tras la constitución ayer del Comité Integrado de Prevención de Incendios de Galicia (Cipig) para la campaña de alto riesgo de fuegos, que comienza hoy y se prolongará hasta el 30 de septiembre, un órgano que sirve para coordinar las actuaciones contra el fuego entre la Xunta y el Gobierno central. Entre ambas y la empresa Seaga, el dispositivo ronda las 7.000 personas.

El responsable del Gobierno central citó como ejemplo de complicaciones por el calor que este año se han producido ya siete grandes incendios en España, frente a dos el año pasado. Calificó de "modélico" el dispositivo gallego contra el fuego.

La oposición, sin embargo, criticó la gestión de la Xunta. El portavoz de En Marea, Luís Villares, presentó un decálogo de medidas para reducir el impacto del fuego, como reducir la presencia del eucalipto o realizar simulacros entre la población en zonas de riesgo. Las iniciativas de los últimos 30 años han sido "insuficientes", añadió. Por su parte, el socialista José Antonio Quiroga censuró el "descontrol" en la limpieza de montes por la "desidia" de la Xunta, que dejó sin ejecutar en cuatro años, cifró, 39 millones de euros en prevención contra el fuego.