Este 2017 y el próximo 2018 serán los dos últimos años en los que las comunidades podrán tener más gastos que ingresos. Se acaba el margen del déficit para apuntalar las cuentas. El Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) celebrado ayer siguió el guión esperado y el Ministerio de Hacienda y las regiones aprobaron la senda de consolidación fiscal hasta 2020, que prevé reducir el desequilibrio desde el 0,6% permitido el actual ejercicio al 0,3% el siguiente y dejarlo a 0 a partir de 2019. Son los objetivos ya incluidos en el Programa de Estabilidad que el Gobierno envió a las autoridades comunitarias el pasado mes de abril.

"Con mucho esfuerzo, coincidimos con este proceso de consolidación", valoró el conselleiro de Facenda, que recuerda que las metas fijadas para el equilibrio presupuestario no suponen ningún cambio. "El proceso de consolidación fiscal debería estar terminado para las comunidades si todo va bien en el horizonte del año que viene", apuntó Valeriano Martínez. La posibilidad de recurrir al déficit "es cada vez menor en estos momentos".

La fuerte inyección que los territorios recibieron el pasado año a través del sistema de financiación autonómica permitió dejar el déficit muy cerca de la meta acordada con Hacienda, un 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB). El conjunto de las comunidades acabó el año en el 0,82%, un total de 9.155 millones de euros, que este ejercicio hay que dejar en el 0,6%. Entre enero y abril van ya 3.321 millones, el 0,29%.

Galicia se mantiene entre las más cumplidoras, con el tercer menor déficit, del 0,09% y dispone de unos 305 millones para moverse sin saltarse el objetivo hasta diciembre. Ya en 2016 se ajustó sin problema: el 0,54%. "Nos tomamos muy en serio la consolidación fiscal desde 2009 ", que es lo que permite "seguir financiando de forma ordenada nuestros servicios públicos".

El conselleiro se mostró partidario de bajar el IRPF. No lo están otras regiones, que contraponen el posible recorte del impuesto con su obligación de seguir atajando el gasto para adaptarse a la senda de déficit. Martínez recuerda que el freno en la presión fiscal permite mejoras "vía consumo". "Hay que estudiarlo con calma, pero no negar la posibilidad. Las bajadas, como ocurrió con Galicia, activan la economía y eso implica más ingresos", asegura.

Junto con Galicia, votaron a favor de la senda el resto de comunidades gobernadas por el PP (Madrid, Castilla y León, Murcia y La Rioja). Canarias se abstuvo. Las autonomías socialistas, Cantabria y Cataluña no respaldaron los objetivos. "El Gobierno de España ha hecho una propuesta demoledora para el Estado del bienestar, ofensiva para los ciudadanos e indecente para las comunidades", arremetió María Jesús Montero, responsable de Hacienda en la Junta de Andalucía, según las declaraciones recogidas por Efe.