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La burocracia retrasa la limpieza de los montes vecinales

De los 399 expedientes aprobados, comenzaron las tareas de limpieza en únicamente 126

Un operario, en tareas de limpieza, en un monte de Vilagarcía.// I. Abella

A punto de empezar la campaña de alto riesgo de incendios, los trabajos de desbroce, podas y cortafuegos solo han empezado en un tercio de las comunidades de montes que resultaron beneficiarias de las ayudas de la Xunta para la prevención de fuegos forestales. La razón es la excesiva demora en la tramitación de estas subvenciones por parte de la Consellería de Medio Rural. De 399 solicitudes aprobadas, solo se iniciaron estas labores de limpieza en 126. La Organización Galega de Comunidades de Montes y los sindicatos atribuyen este retraso a la "desidia" de la Administración autonómica. Por su parte, desde el departamento que dirige Ángeles Vázquez se han comprometido a que el próximo año se intentarán "agilizar" los procedimientos para que los montes mancomunados puedan iniciar los trabajos antes de la época de máximo peligro.

La Xunta tampoco ha agotado todo el presupuesto disponible para que las mancomunidades acometan trabajos de prevención de incendios forestales La convocatoria preveía dar ayudas por cuatro millones de euros, pero se aprobaron un total de 399 solicitudes por importe de tres millones de euros. Es decir, ha quedado un millón de euros sin gastar.

Medio Rural aclara que estas ayudas para limpieza y desbroces se conceden por concurrencia competitiva y se tiene en cuenta que el monte esté ordenado y certificado. Además a mayor superficie se otorga una cuantía económica más elevada. "Por lo tanto, la mayor parte de los que quedan fuera es porque no son competitivos en estos aspectos, en relación a otros terrenos forestales", aclaran desde la consellería.

Estas ayudas están destinadas a financiar labores de desbroces y limpieza de biomasa, realizar podas, abrir cortafuegos y construir puntos de agua. Las subvenciones no se resolvieron hasta el pasado mes de mayo y después se necesita un periodo para que la Xunta vaya autorizando cada uno de los expedientes de limpieza.

"Nos tienen que ir notificando a cada comunidad de montes que podemos empezar con los trabajos. Antes no podemos iniciarlos porque además tiene que venir un agente forestal para certificar que cumplimos con los requisitos estipulados en la convocatoria", señala el presidente de la Organización Galega de Comunidades de Montes, Xosé Alfredo Pereira.

Aunque el retraso en el inicio de los trabajos es ya habitual y se ha repetido en convocatorias anteriores, las especiales condiciones meteorológicas que han caracterizado este año, con una sequía prolongada y temperaturas más altas de lo normal, convierten estos próximos meses en un verano de alto riesgo.

De hecho, el presidente de la Asociación Forestal Galega, Jacobo Feijóo, advierte del riesgo de acometer ahora en el mes de julio las tareas de limpieza. "Es muy peligroso meter máquinas al monte en estas condiciones", advierte.

Desde Medio Rural aclaran que el uso de maquinaria forestal no entraña mayor riesgo de incendios "siempre que los trabajos se llevan a cabo con las debidas medidas de precaución". En todo caso, reconocen que los trabajos de limpieza deben hacerse "en la época inmediatamente anterior a la campaña de alto riesgo". "Si se hace antes el resultado tampoco sería óptimo por el elevado ritmo de crecimiento de la biomasa en Galicia", apuntan.

Pero además la Xunta asume directamente la gestión de 250.000 hectáreas de monte vecinal. En este caso, debe ser la propia administración la que se encargue de la limpieza. Desde la Asociación Forestal Galega denuncian que tampoco han iniciado los trabajos. Medio Rural explica que han ejecutado 500.000 euros en tareas de desbroces de estos bosques que están bajo su tutela y se comprometen a intensificar las labores el próximo año.

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