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La Xunta vincula contrato y sueldo de sus investigadores de élite a que capten fondos

► Un comité de expertos evaluará su trabajo cada cinco años ► Tendrá en cuenta las patentes, su producción científica y si atrajeron financiación pública o privada

Personal en el laboratorio de Oncología del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago. // FdV

Los investigadores de élite que la Xunta está contratando gracias a su programa de captación de talento Oportunius se someterán cada cinco años a una evaluación que será crucial para determinar si se les renueva el contrato o si perciben el complemento salarial de rendimiento investigador. Un comité de expertos nacionales o internacionales valorará a este personal y tendrá en cuenta no solo los resultados de sus investigaciones o su producción científica sino también su capacidad para conseguir financiación para sus proyectos bien sea mediante contratos con empresas o participando en convocatorias públicas de ayudas a nivel nacional o europeo.

Así, lo recoge el borrador de la nueva orden que fija los baremos para evaluar la actividad de estos investigadores excelentes. Desde la Consellería de Economía aclaran, en todo caso, que están abiertos a escuchar las propuestas que les trasladen las universidades o los propios científicos.

El programa Oportunius es un plan que puso en marcha la Xunta a finales de 2014 ante la fuga de investigadores brillantes al extranjero. Su objetivo es "captar y retener el talento innovador" . Está dirigido a aquellos científicos que ya tengan acreditado el nivel de excelencia. Para ello deben estar en posesión de una beca Grant del Consejo Europeo de Investigación (ERC), ser investigadores jóvenes (Starting Grants o Consolidator Grants) o sénior (Advanced Grants). En dos años la Xunta ha fichado ya a cinco de estos científicos y ha invertido un millón de euros, lo que ha permitido movilizar fondos por otros 3,7 millones. Su intención, en todo caso, es conseguir captar a un total de 24 investigadores de reconocido prestigio hasta 2020.

Gracias a este programa la Xunta logró que el mejor físico de partículas joven de Europa, Diego Martínez Santos, regresara a Galicia después de que el Gobierno le denegara la beca Ramón y Cajal.

Pero el retorno de estos brillantes científicos está condicionado a un proceso de evaluación que medirá "la creatividad de los trabajos desarrollados, la gestión de la actividad investigadora y el cumplimiento de objetivos y resultados de la investigación".

Podrán solicitar voluntariamente la evaluación al tercer o cuarto año de su contrato pero, si no lo hacen, serán examinados obligatoriamente al quinto año. Para ello deberán presentar una memoria de resultados y el comité evaluador los puntuará calificándolos de pauper (muy malo) malus (malo), bonus (bueno) o eminens (muy bueno).

Una nota de pauper (menos de 15 puntos de un total de 100) será motivo para la rescisión del contrato. Si obtiene una calificación de malus no cobrará el plus de rendimiento investigador, que puede ascender al 20 por ciento del salario base, y si repite esta negativa puntuación en un segundo examen no se le renovará el contrato.

La Xunta puntuará con hasta 40 puntos la "excelencia investigadora", es decir, tanto las patentes y acuerdos de explotación concedidos como el impacto que sus investigaciones hayan tenido en publicaciones especializadas. Con otros 20 puntos se premiará la captación de fondos tanto públicos como privados. La producción científica pesará con otros veinte puntos. Y, en menor medida, se tendrá en cuenta la participación en congresos, las tesis dirigidas o las estancias en el extranjero.

Personal científico recaba apoyos entre colegios profesionales y personalidades para exigir estabilidad laboral

  • Después de que la Xunta decidiera retirar el borrador de decreto que regulaba la contratación de personal investigador, el colectivo afectado ha decidido consensuar una propuesta alternativa que enviará al Gobierno gallego para reclamar estabilidad laboral. Para ello han decidido recabar el apoyo de colegios profesionales y personalidades de renombre del mundo de la ciencia para dar más peso a sus demandas y lograr así convencer a la Administración autonómica que, según advierten, todavía se muestra "reticente" a aceptar que los contratos de los investigadores sean estables.El borrador de decreto que preparaba la Xunta estipulaba que la contratación de investigadores se haría solo por cinco años prorrogables, un punto que se encontró con la frontal oposición del personal de los principales institutos investigadores de la comunidad autónoma.Este colectivo, respaldado por la mayoría de colegios profesionales gallegos y científicos reconocidos de la talla de Ángel Carracedo, el experto en nutrición Felipe Casanueva o el director del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC, Antonio Figueras, advertían que este decreto "obstaculizaría la captación de nuevos recursos y personal y frenaría la capacidad innovadora" de la comunidad autónoma.Este frente común obtuvo resultados y el proyecto de decreto se paralizó. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aseguró que no aprobarán una regulación de la contratación de investigadores sin contar con el consenso de los implicados.Pero desde entonces el Gobierno gallego no ha dado ni un solo paso para reunirse con su personal investigador y negociar una nueva propuesta. Ante la falta de iniciativa del Gobierno gallego, la plantilla de científicos de la Administración autonómica decidió elaborar un documento en el que se recojan las principales reivindicaciones para afianzar la investigación en Galicia.Y su propuesta pasa por que los investigadores tengan contratos fijos y no sujetos a renovaciones y prórrogas. Esperan encontrar respaldo a su demanda en la comunidad científica. Si hasta 60 personalidades suscribieron la carta de rechazo al decreto de la Xunta, ahora esperan incrementar esa cifra de apoyos.

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