La junta de accionistas de Abanca que ayer acogió Afundación pasará a la historia; no por la reunión en sí, que apenas duró media hora, sino por el relevo en la Presidencia y la despedida de quien ocupó el cargo durante los tres últimos años, Javier Etcheverría de la Muela, y ayer y por razón de edad (tiene 85 años) cedió al máximo accionista de la entidad, Juan Carlos Escotet Rodríguez, tras 61 años en el sector.

Etcheverría puso fin a su carrera al cumplir tres años del nacimiento de Abanca como marca y 300 años tras la creación del banco que fundaron en Betanzos sus antepasados, el Banco Etcheverría, integrado en el grupo Banesco desde 2012. Abanca, dijo, "heredera de la historia bancaria de Galicia" -fruto de la fusión de las dos cajas y al compra de su banco heredero por el Etcheverría y Banesco- es una entidad "absolutamente gallega, volcada en esta tierra al servicio de sus gentes, de su desarrollo y prosperidad". Y tal vez por la reciente venta del Banco Popular y Pastor al Santander por un euro, advirtió: "Que no quede duda alguna, siempre estaremos al servicio de Galicia".

Etcheverría rememoró cómo entró en el banco en 1956 como "ventanillero", como cobrador de letras para luego pasar a director de oficina, director general, vicepresidente y finalmente presidente. El directivo agradeció la profesionalidad y dedicación de sus "queridos" empleados, responsables de conseguir con la "atención y el mimo al cliente" que "nuestro pequeño banco" hubiera sido modelo "de buen hacer, de éxito al fin"y volvió a apelar a la tierra para proclamar que el banco sigue siendo gallego "por nuestro origen, sede, accionariado y actividad". "Todo lo que Galicia nos dio lo hemos reinvertido aquí", añadió. El ya expresidente valoró los "magníficos" colaboradores que tuvo en Abanca y a los consejeros "muy eficaces y competentes", que acabaron siendo amigos.

No sin antes pedir perdón "por la indiscreción" Etcheverría desveló cómo durante una reunión con funcionarios del Banco Central Europeo (BCE) en la que le preguntaron qué opinaba sobre su consejo de administración les dijo que Francisco Botas -además de consejero delegado, su yerno- era el mejor CEO de la banca española. "Y me contestaron; lo mismo pensamos nosotros". Javier Etcheverría dedicó la última parte de su discurso a su sucesor en el cargo, con quien mantiene "una relación muy especial" de compañeros y amigos, y a Galicia, tras lo que recibió una sentida ovación de los empleados y familiares que asistieron al acto.

La emoción del nuevo presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet fue evidente desde que tomó la palabra para anunciar que propondría al consejo el nombramiento de Etcheverría como presidente de honor. Y destacó el "verdadero honor"que supone recibir la Presidencia de mano de Etchevarría con la misión "de gran dificultad de estar a la altura de su legado" y en un discurso con numerosas apelaciones a Betanzos rindió "el mayor homenaje" a su antecesor que como buen betanceiro es "simplemente y por encima de todo un caballero".