Detrás de las todavía preocupantes cifras de desempleo en España está el parón de la actividad durante los años de crisis. Y en el freno es una consecuencia del desplome del consumo, que, a la vez, se retroalimenta con más paro. En esa nefasta espiral se movió la economía hasta que a finales de 2014 el crecimiento volvió a asomarse tímidamente. La misma cadena de causas y consecuencias, pero a la inversa. Fue también el punto de inflexión para las cuentas de las empresas, que en Galicia están ya, como ocurre con el Producto Interior Bruto (PIB), de alcanzar los niveles previos a la doble recesión. La facturación de la industria y los servicios, sin contar la construcción, rozó los 95.000 millones de euros en 2015, un 5,4% más que el ejercicio anterior, según los datos que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE). El mayor volumen de negocio en los últimos siete ejercicios, desde 2008.
El comercio es el motor indiscutible de la economía regional, aunque la fabricación de alimentos y bebidas pega un estirón histórico, como otros indicadores sobre el sector -empresas en funcionamiento o contratación- ya avanzaron en los últimos meses.
Antes del aterrizaje de la primera recesión, la industria en Galicia movía cerca de 42.000 millones de euros. No había otro sector con tanto volumen de negocio. Y a estas alturas es la actividad a la que le cuesta más engancharse a la recuperación y volver a los números de 2008. En 2015 su facturación se quedó en los 36.575 millones después de un alza inferior a la media, del 0,9%. Aún así, en su caso se trata del mejor dato en siete años.
En todo este tiempo el segmento de la alimentación y las bebidas ha ido ganando terreno y hoy funciona como el pilar industrial de Galicia. Concentra una quinta parte de todo el negocio, con 7.700 millones de euros, lo que supone una pequeña bajada, del 0,7%, respecto a 2014, pero 200 millones más que en 2008, todavía en la etapa de bonanza. Hay 2.327 empresas en la región bajo la industria alimentaria y dan trabajo a 28.300 personas.
De las grandes ramas industriales que operan en Galicia, el material de transporte, capitaneada por la automoción y el naval, es la que mejor evolución presenta. La facturación en 2015 aumentó un 6,4%, hasta los 6.884 millones de euros, según el INE. Prácticamente 19 de cada 100 euros de la producción industrial gallega. Suman 218 compañías y 16.697 empleados, una reducción del 1,2%.
La tercera pata de la industria autonómica fue mucho tiempo la primera: actividades extractivas, la energía, el suministro de agua y el tratamiento de residuos. Más de 1.000 empresas, con un negocio de alto valor añadido que deja su facturación en unos 6.300 millones de euros. La crisis sí se notó entre ellas, sin que la vuelta al crecimiento sirva de revulsivo. ¿Por qué? El corazón de esta rama de actividad es la energía, que en los últimos años arrastra un incontable número de cambios normativos que estancaron la aparición de nuevas compañías e instalaciones y recortaron sus ingresos. Especialmente con la reforma energética de 2015 entre las renovables, las tecnologías con más peso en Galicia. De ahí que su facturación, alrededor de 6.300 millones, se desplome en solo un año un 27% (2.300 millones). Nada que ver con los más de 9.700 millones de 2013.
A continuación está la metalurgia. La facturación anual remonta un 3%, a casi 5.900 millones. Madera, corcho, papel y artes gráficas rondaron los 1.800 millones, un 9,8% más; mientras que en textil y confección bajó un 1,2%, con 1.518 millones.
Lo que la industria acumulaba en 2008 lo supera actualmente el comercio. Su facturación asciende a 43.217 millones de euros. Récord. Ni en los años de crecimiento. En 2008 fueron 40.354 millones.
El alza de las ventas alcanza el 9%. Más de un 10% entre la comercialización y reparaciones de vehículos (2.598 millones de euros) y el comercio mayorista (27.412 millones), mientras que en las tiendas minoristas (13.206 millones) se sitúa en el 5,7%.
En detalle, los concesionarios registraron un volumen de negocio en 2015 de 1.449,7 millones de euros en Galicia. Los talleres casi 620 millones. Y 495 millones los comercios de repuestos y accesorios. En comercio al por mayor, las grandes cantidades están en artículos de uso doméstico (11.650,8 millones); productos alimenticios, bebidas y tabaco (7.465,9); y establecimientos especializados (5.430,7). Entre las ventas al por menor, las tiendas sin especialización facturaron 5.142 millones.
Galicia disponía en 2015 de 55.293 comercios, tras la apertura de 2.200. En 2008 llegaron a ser 62.300. La ocupación entonces estaba en torno a las 194.500 personas, 21.100 más que en estos momentos (55.293). Estas dos tendencias diferentes que vive el comercio, con un ascenso imparable de la facturación y un comportamiento más irregular en puestos de trabajo y locales tiene mucho que ver con el fenómeno Inditex, clasificada como comercio.
Los otros servicios movieron un volumen de negocio de 15.197 millones de euros, un 7,2% más que en 2015, como recoge el INE. A la cabeza está el transporte y las empresas de almacenamiento, con 5.600 millones de euros y una subida anual del 15,2%. Le sigue la hostelería, que aumenta su facturación un 7,7%, con 2.510 millones de euros. Existen 20.830 establecimientos, de los que 19.279 son restaurantes y bares, y 1.551 alojamientos. El número cae un 0,8% sobre 2014. Son 66.000 trabajadores.
Muy cerca en facturación están las actividades profesionales, científicas y técnicas, que alcanzaron los 2.400 millones, un 2,7% menos, un 45.583 empleados. La cara en esta rama de actividad son los servicios de arquitectura, ingeniería y consultoría, con 13.900 trabajadores y 746 millones de negocio. La cruz, la investigación y el desarrollo (I+D), con únicamente 1.300 empleados y 45 millones de facturación.
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El gasto en salarios sigue a la baja: un 2,8% menos
- En los últimos meses, con una economía que tanto en Galicia como en España crece a un ritmo anual del 3%, son muchas las voces, incluso desde la propia patronal, que piden un giro en la política salarial para que la retribución a los trabajadores empiece a mejorar después de importantísimo ajuste realizado durante la doble recesión. En 2015, frente a ese incremento del 5,4% en el beneficio de las empresas, el gasto en salarios siguió a la baja. Mermó un 2,8%, según se desprende de las cuentas publicadas por el INE para la industria, el comercio y el resto de servicios en Galicia. La partida reservada a los sueldos alcanzó los 9.222,5 millones de euros. En 2014 estuvo cerca de los 9.500 millones. La clave está en el notable descenso, un 23%, en la industria, a pesar de mantener un número prácticamente idéntico de trabajadores. En el comercio aumentaron un 7,3%, frente al alza del 2,7% en los puestos de trabajo. En otras actividades de servicios, que redujeron un 2,7% su ocupación, el gasto creció un 16%.
