La huelga del transporte escolar provoca aulas semivacías y obliga a muchos papás a reconvertirse en chóferes para llevar a sus hijos al colegio e ir a recogerlos, cumpliendo al tiempo con las exigencias laborales. Más de uno se vio obligado a tirar de taxi para que el niño pudiese ir a la escuela, con el gasto extra que ello supone.

Fue el caso de Colegio Saladino Cortizo, donde cursan estudios niños con necesidades educativas especiales de la ciudad, pero también de Tui, Redondela y otros concellos de los alrededores. El 40% de los alumnos ya no acudió al centro por el paro de las empresas de autobús. Y el resto que sí fue a clase fue porque los llevaron sus progenitores, otros llegaron al centro en taxi y otros en autobús.

Pero poco antes de la hora del término de las clases, una de las compañías que le ofrece el servicio de llevar y traer a los niños les llamó para comunicarles que piquetes les impedían salir y que no podían garantizar que pudiesen ir a recoger a los escolares y llevarlos de vuelta a sus casas.

La dirección del centro se topó con que no había margen para avisar a los padres. La alarma cundió pero finalmente la empresa pudo cumplir y recoger a los niños en el colegio. En todo caso, sus responsables llamaron a la Guardia Civil para garantizar que el viaje de regreso a sus casas transcurriera con normalidad, como así fue finalmente.

El Saladino Cortizo, con todo, no fue de los centros más afectados. Seis de cada diez alumnos pudieron ir al colegio. En otros centros las aulas estaban cuasidesiertas, con el consiguiente trastorno que supone a los padres buscar quien les cuide el niño mientras ellos van a trabajar.

A río revuelto, ganancia de pescadores, dice el refrán. Y pese a que la huelga de autobuses tuvo un reguero de afectados, también hubo beneficiados: los taxistas y el tráfico, que estuvo menos congestionado por la ausencia de autubuses escolares.

"Tuvimos que atender a los compromisos que tienen los autobuses", explican desde Tele Taxi, en A Coruña. "Hemos hecho más viajes de los habituales desde la estación de tren al aeropuerto o a ayuntamientos limítrofes", reconocían las mismas fuentes.