El viernes se acaba el curso en Galicia. Pero esta semana aún hay clases y excursiones, uno de los argumentos a los que apeló la Xunta para invitar a los sindicatos a repensar la convocatoria de huelga iniciada ayer aunque el Diario Oficial de Galicia fijó unos servicios mínimos del 100% para el transporte escolar en líneas de más de 4 kilómetros de longitud (casi todas). No obstante, muchos padres al final tuvieron que organizarse por su cuenta tras comprobar cómo el autocar no llegaba a la parada. No fue algo aislado: la Xunta constató "un incumplimiento de los servicios mínimos" en el transporte escolar de "cerca del 65%", y se traduce "en más de 67.500" escolares afectados en Galicia. Pero no fueron los únicos: patronal y sindicatos apuntan una afección a las líneas regulares de entre el 80 y el 90%.

Si con datos provisionales facilitados por parte de las empresas de transporte a la Xunta el paro sería del 40%, "la afección a los servicios", sostienen desde la Consellería de Infraestruturas, fue "muy superior" por la acción de "piquetes". Los servicios mínimos para el transporte general (el 40%) también registraron un "elevado grado de incumplimiento, próximo al 75%", según el Ejecutivo gallego, que llamó a la "responsabilidad" en el cumplimiento de los servicios mínimos y al "respeto a los derechos de los trabajadores y a las necesidades de los escolares".

CC OO y UGT informaron de que "los servicios mínimos no se han cumplido ante la negativa de la Administración a negociarlos con las centrales sindicales". Las tres organizaciones convocantes, incluida la CIG, instan al Gobierno gallego a "tomar nota" del "éxito rotundo" de la convocatoria, de un seguimiento "masivo" -90% e incluso 95%- y que tuvo prácticamente paradas a las principales estaciones de buses gallegas.

Está previsto que la huelga, que según los sindicatos discurrió sin incidentes "relevantes", prosiga hoy y se repita los martes y miércoles de próximas semanas, aunque no se descarta, explica la CIG, "endurecer" la protesta. Los sindicatos rechazan la propuesta de la Xunta por "valorar muy negativamente sus repercusiones para el empleo y el servicio prestado" y además reclaman abrir la negociación de los convenios colectivos con la patronal.

Si los sindicatos se felicitaron por el éxito del llamamiento, tres de las federaciones de transporte de viajeros en autobús de Galicia, que reúnen al 90% del sector (Fegabús, Anetra y Transgacar), y que no acudieron, como los sindicatos, a la reunión del lunes con la Xunta tras citarlos por separado, exigían en un comunicado una "reacción inmediata" de la Xunta para "parar" una huelga que, afirman, desde ayer por la mañana "mantiene completamente paralizado el sector en Galicia". Los empresarios vieron "con preocupación", indican, "cómo el seguimiento se situó por encima del 90%, con las provincias de Lugo y Ourense como principales escenarios". Así, Fegabús y Anetra calcularon entre el 90 y el 100% el impacto de la huelga en sus compañías, mientras que Transgacar lo estimó en un 90% en Lugo y Ourense, y por encima del 70% en Pontevedra y A Coruña.

"Las empresas", proclamaron, "están sufriendo pérdidas económicas muy importantes", además del "perjuicio" a "miles de usuarios". Tras referirse al frustrado encuentro del lunes como un "fiasco", las tres federaciones, que defienden "paralizar" el plan y reformularlo, "confían en volver cuanto antes" al punto del viernes, cuando "todas las partes se comprometieron a trabajar para buscar una solución administrativa factible".

Mientras la Consellería de Infraestruturas "mantiene su oferta de diálogo" para analizar los aspectos laborales del plan y las alternativas de la patronal, a la que emplaza a "dialogar" con los trabajadores sobre los convenios, y el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, confía en lograr en próximos días una "solución satisfactoria", el transporte público de viajeros por carretera continuará paralizado durante la jornada de hoy y así seguirá, señalan CC OO y UGT, "en tanto no se produzcan modificaciones sustanciales en la situación actual que abocan al sector a una pérdida de empleo de un 30%".