Aunque desde la Xunta consideran "muy difícil" que en Galicia se dé una tragedia como el incendio de Pedrógão en Portugal, que ya se ha cobrado 63 vidas, ayer desde Medio Rural hacían un llamamiento a los dueños del monte a que limpien sus fincas de matorral. "Queremos insistir en la necesidad de que los titulares de los terrenos forestales gestionen debidamente sus propiedades, especialmente las franjas que los delimitan para mantener una adecuada protección de las viviendas y demás bienes no forestales", declaraba a este periódico el director xeral de Ordenación Forestal, Tomás Fernández-Couto.
Aunque las causas del incendios y las razones de por qué el fuego derivó en tragedia no están esclarecidas en el caso luso, una de las causas que más se apuntan estos días para explicar la dimensión del incendio es que en la zona del siniestro había demasiado matorral. Es decir, no estaba limpia.
Fernández-Couto apuntaba ayer que en Galicia el dispositivo de lucha contra el fuego tiene "muchas dificultades" por la elevada actividad incendiaria, pero también por "los incumplimientos de la normativa", especialmente en las distancias que deben guardar las plantaciones de pinos y eucaliptos. "Esto obliga a la Xunta a destinar funcionarios y recursos para labores de control", razona el director xeral. "Todos ganaríamos en seguridad si se cumpliese más la ley", remarca.
Preguntado por si la Consellería de Medio Rural hará cambios en su plan de lucha contra el fuego tras el drama de Portugal, Fernández-Couto contesta: "Siempre podemos aprender de lo ocurrido en otras zonas, pero el modelo gallego está muy articulado. Tiene protocolos de actuaciones para las más diversas situaciones y se renueva y actualiza cada año".
El director xeral de Ordenación Forestal marca distancias con Portugal y justifica porque ve "muy difícil" que un incendio en Galicia termine con la vida de 63 personas. En esta comunidad, el dispositivo de extinción de fuegos está "más profesionalizado" que en el país vecino, donde se sustenta en "voluntarios", se disponen de más medios para combatir las llamas, el mando es único y está en manos de la Xunta, y "aquí no se trabaja solo en la extinción, también en la prevención todo el año", expone.
La oposición
Al hilo de la tragedia que vive Portugal, también intervino el portavoz de En Marea, Luis Villares, para ofrecer su "completa colaboración" para "revisar la normativa y mejorar la prevención y la seguridad, y para apoyar todas las acciones preventivas y de concienciación que la Xunta ponga en marcha".Villares propone "volver a las franjas de seguridad anteriores", y recordó que en 2012 el Gobierno de Feijóo redujó de 100 a 50 metros "las zonas de seguridad de las plantaciones forestales a núcleos de población o cámping".
Villares también propuso planes de contingencia y evacuación en caso de incendios forestales y formar a la población en esta materia, incluso con simulacros, para evitar, en la medida de lo posible, situaciones como la ocurrida en Portugal.
Por su parte, el portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, apuntó que la "lección" que Galicia debe sacar del incendio de Portugal es la importancia de la prevención unida al aprovechamiento del monte, apostando por hacerlo rentable y por un "mix de especies adecuado" para evitar especies que ayudan a propagar el fuego.
El portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, por su parte, advirtió de que en el caso gallego la prevención en los montes durante el invierno "no es la panacea" ya que "gran parte" de los fuegos "son intencionados"."Cualquiera que conozca el monte gallego sabe que en una o dos semanas de lluvia y calor la maleza se recupera", sentenció.
El peligro de 600.000 hectáreas de matorral
Expertos avisan de más biomasa "de la aconsejable" y piden prevención
- Abandono del monte y pirófilas fueron claves en la rápida propagación del fuego de Pedrógão Grande; el abandono del uso agrícola llevó a una "matorralización" que ayuda a propagar el fuego junto a "la regla de los tres 30" -más de 30ºC, humedad por debajo de 30% y vientos de más de 30 km/hora-. Así se lo trasladaron a Rosa Mosquera, presidenta de Euraf (Federación Europea de Sistemas Agroforestales) y profesora de la Universidade de Santiago, delegados portugueses de la entidad y esta señala los vínculos entre Portugal y Galicia, ambos en zona de "frecuencia" de fuegos. Al respecto, estima en Galicia unas 600.000 hectáreas de matorral, abandonadas y sin uso, relata a Europa Press. Existen, dice, "unos montes con una carga de biomasa mucho más elevada de lo aconsejable" y en una comunidad también "afectada por el cambio climático" ve "muy sencillo" reunir los factores de la "regla de los tres 30". Galicia, apunta, tiene "un 20%" de su territorio agrícola sin usar y ve "ejemplos claves en zonas de Ourense", "con grandes cantidades de matorrales que no se emplean". Pide promover aprovecharlas y añade que grandes oleadas de incendios se producen cada década, "tiempo que tarda la biomasa en acumularse". En esa línea, reclama una política "más decidida de mejora de gestión del monte" y que autoridades, agricultores, ganaderos y forestales se reúnan para "dar la mejor solución" al "problema de la gestión de tierras". En Galicia hay además 1,4 millones de hectáreas de arbolado y el desbroce mecanizado, dice, tiene un "elevado coste". "O nos ponemos las pilas y hacemos sistemas de prevención adecuados como el pastoreo en el monte o tendremos que seguir costeando servicios de extinción de incendios, que a veces se ven desbordados", avisa, y aconseja además plantar "especies nobles", compatibles con ganado y que "aumentan la rentabilidad" con frutos.
