El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, cuestionó ayer las protestas del sector de transporte de pasajeros ante la reordenación del servicio que planea el Ejecutivo, que supondrá la integración de 500 líneas de autobuses escolares en el de viajeros porque esa decisión responde a la decisión de muchas empresas de renunciar a sus concesiones. "No tiene sentido que los que renunciaron digan ahora que todo se pone en peligro", respondió Rueda, que presidió el Consello de la Xunta ante la ausencia del presidente Alberto Núñez Feijóo, de viaje en China.

Las tres principales federaciones de transporte de Galicia -Transgacar, Anetra y Fegabús- pidieron el miércoles la retirada del plan y censuraron la inclusión del transporte escolar en las rutas de viajeros. La Xunta presentó esta estrategia para cumplir la sentencia que anuló la prórroga durante 10 años de las concesiones. Ante las condiciones impuestas, mucha firmas renunciaron por ser deficitarias sus operaciones.

Rueda incidió en que carece de lógica que los transportistas muestren "más preocupación" que las asociaciones de padres por el transporte escolar compartido y reiteró que la Xunta pretende "solucionar una situación que se produjo por los mismos que ahora protestan". Aseguró que su objetivo es que se mantenga el empleo.