La Xunta ofrecerá puerta a puerta una salida a los dueños de una explotación agraria que prevén retirarse o abandonar su actividad por problemas económicos. Lo hará una vez rastree en sus bases de datos las granjas que pueden estar interesadas en el traspaso del negocio o la venta o alquiler de su maquinaria, dentro de la estrategia para facilitar el relevo generacional en el sector primario y ofrecer alternativas a quienes quieran iniciarse en él y, así, ayudar a fijar población en el rural.

A finales de marzo, la Xunta anunció una estrategia con 23 medidas para frenar la sangría demográfica del rural, dotada de 230 millones de euros hasta el final de la legislatura, en 2020. Una de las novedades de este plan consiste en la creación de las UAXE's, las unidades de asesoramiento y gestión de explotaciones agrarias. Serán oficinas que mediarán para facilitar la venta o alquiler de instalaciones y maquinarias entre quienes vayan a cerrar su negocio y quienes estén interesados en adquirir bien granjas, bien solo herramientas.

Medio Rural ya cuenta con un borrador del reglamento de estas oficinas, que no solo recibirán peticiones por parte de interesados en esas operaciones, sino que buscarán potenciales interesados. "Las UAXE's [...] realizarán un rastreo de las explotaciones que se encuentran en situación de estar incluidas en la sección de explotaciones susceptibles de intermediación" del registro que se creará no solo con quienes deseen participar, sino con quienes podrían estar interesados, según consta en el citado documento, todavía en fase de aportaciones.

En el registro, los dueños especificarán qué bienes les interesa ofrecer y bajo qué condiciones -alquiler o venta- y quienes quieran comprobar si alguna opción se ajusta a sus necesidades deberán pedir al Banco de Terras que ejerza de mediador.

El personal de las citadas oficinas comprobará sobre el terreno la información de los interesados en formar parte de la relación de explotaciones agrarias que busquen su alquiler o venta.

Crear 3.000 empleos

La Xunta busca frenar la sangría demográfica del rural, que copa el 90% del territorio gallego, aunque solo el 40% de su población, al tiempo que el 63% de los propietarios de explotaciones agrarias supera los 55 años.

En la estrategia de 230 millones de euros hasta 2020, la Xunta busca crear 3.000 puestos de empleo directos y poner en valor 330.000 hectáreas "desde el punto de vista agroganadero y forestal" como fórmula para fijar población al margen de las áreas urbanas.