La protesta del pasado sábado contra el desalojo del inmueble okupado en Santiago se ha convertido en un arma arrojadiza entre el PP y el Concello de Santiago que gobierna Martiño Noriega. El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, critica la "ambigüedad" del regidor y le advierte que "los disturbios" del pasado fin de semana "deberían ser condenables por las administraciones y también por el gobierno de Santiago". El alcalde compostelano critica la "irresponsabilidad" de los populares y rechaza "echar gasolina al fuego".

Martiño Noriega se refirió, en concreto, a la actitud del portavoz municipal del PP, Agustín Hernández, quien ayer le acusó de actuar "con medias tintas" en el conflicto. "Nerón Hernández Fernández de Rojas está haciendo un papelón estas semanas en la ciudad", ironizó el alcalde comparando así al portavoz popular con el emperador romano.