Agentes antidisturbios de la Policía disolvieron cerca de la medianoche la manifestación pro okupa convocada en Santiago por el desalojo de un edificio en el casco histórico de la ciudad la pasada semana. Los manifestantes, sobre un millar, no pudieron acceder a la zona histórica, por lo que se movilizaron por en Ensanche compostelano en lo que parecía una maniobra premeditada, pues acabaron forzando el portalón del antiguo colegio de Peleteiro, ahora abandonado y adquirido por la extinta Caixa Galicia para una operación inmobiliaria que se frustró, por lo que pasó a manos del banco malo, la Sareb. Dos de los manifestantes acabaron detenidos y una veintena, identificados.

Con una parte de los manifestantes encerrados en el patio del centro, la policía cargó contra ellos con porras y pelotas de goma, disgregando a los participantes en la protesta por las calles de la zona nueva de Santiago y dejando libre la zona frente al colegio. Una hora después del intento de encierro, los manifestantes habían sido desalojados.