"¿A qué edad puede mi hijo ir y venir solo del colegio?", se preguntan muchos padres cuando sus niños empiezan a crecer y pedir cierta libertad. La Consellería de Educación propone a partir de 5º de Primaria, cuando los niños tienen 10 o 11 años, pero eso sí, sus tutores deberán autorizarlo por escrito ante la dirección del centro escolar, y además "eximiendo a la Consellería de cualquier responsabilidad por daños o lesiones indemnizables que puedan sufrir los escolares". Así figura en una instrucción que acaba de emitir el departamento que dirige Román Rodríguez, una instrucción en la que se lanzan un abanico de recomendaciones a los colegios sobre "la salida de los alumnos" de los centros, e incluso sobre "la recogida" de los escolares en las paradas del transporte escolar. ¿Por qué estos consejos? Porque los directores de los centros les pedían pautas de actuación para una realidad, que muchas veces les suponía problemas con los docentes, que no quieren alargar su jornada laboral y esperar a que un padre venga con demora a buscar a su crío, o con los padres, a los que se les complica la conciliación laboral y familiar.
Desde Educación remarcan que son consejos, porque los centros tienen autonomía para regular la entrada y salida de los niños de los colegios, pero que la instrucción obedece a una demanda de los propios centros. Muchos ya tienen un reglamento al respecto. Hay colegios que no permiten que los niños se vayan sin compañía de un mayor hasta la ESO, otros ya adelantan la edad, y otros dejan que la edad la elijan los padres. Algunos piden una autorización a los padres para dejar a los niños marcharse solos, pero verbal, no por escrito, y mucho menos, pidiendo que se exima de responsabilidades al centro, si el alumno al abandonar el colegio cruza, por ejemplo, la carretera y sufre un atropello.
Para la Consellería de Educación, la regulación ideal es que los alumnos que cursen por debajo de 5º de Primaria siempre sean recojidos por las personas que sus tutores hayan autorizado formalmente, incluido un hermano que curse 5º de Primaria o más mayor. Deben cubrir una ficha a principio de curso con los datos de las personas autorizadas para que el colegio les entregue a sus hijos.
En el caso de padres separados o divorciados, deberán presentar en el centro el convenio regulador, sentencia judicial o acuerdo provisional, para que el centro cumpla con las estipulaciones fijadas al respecto, en el caso de que uno de los padres tenga derecho a visitas en días lectivos.
¿Qué pasa si los padres se retrasan? "Los niños permanecerán custodiados en el centro el tiempo que en cada caso se considere prudencial a partir del horario de recojida fijado". Si las llamadas telefónicas para intentar ponerse en contacto resultan infructuosas, se llevará al escolar a la Policía Local o Guardia Civil. Si esta situación se reproduce "en más de cuatro ocasiones" se podrá llamar al "Servicio Provincial de Menores que corresponda, para los efectos de la apertura de una investigación sobre abandono de menores", pone encima de la mesa Educación.
Para aguardar la llegada de los padres y que los niños no queden solos en el centro, la Xunta pide a los centros que "establezca entre el personal directivo los turnos o rotaciones que resulten necesarias". Educación remarca que "no se puede alegar el horario laboral para dejar de atender fundamentalmente a los alumnos menores de 10 años o discapacitados". "Al no ser recogidos por sus responsables, no se puede considerar finalizada la custodia de los niños", advierte.
En el caso de los alumnos de 5º de Primaria en adelante, la Consellería considera acertado que si los padres deciden que llegó el momento de que vayan al colegio y vuelvan a casa solos, así sea, pero siempre "con una autorización por escrito" para que el centro deje al alumno abandonar el centro sin compañía de un adulto y en el que eximen de responsabilidades al centro, si pasa algo.
El departamento de Roman Rodríguez también apunta qué hacer si el alumno utiliza el transporte escolar. Si aún no cursa 5º de Primaria o cursos superiores, debe ser recogido en la parada por las personas que sus tutores autoricen al inicio del curso escolar. Si al llegar a la parada, el responsable no está, el conductor puede esperar 5 minutos y después se llevará con él al menor. Si es posible, se llamará al responsable para que lo recoja en una parada posterior o en la sede de la empresa de transportes. Si llega la hora de cerrar la empresa, y los padres no han aparecido, habrá que llevar al niño a la Policía Local o a la Guardia Civil. La quinta vez que se repita el episodio, se puede informar al servicio de menores, por si "pudiese darse un delito de abandono de menores".
