Desde el comiezo de la crisis, hay farmacias gallegas les resulta cada vez más difícil colgar el cartel de "abierto" . La caída en los precios de los medicamentos dispensados con receta, junto con el descenso de las ventas libres de medicinas y de los productos de parafarmacia , han comprometido la viabilidad de su funcionamiento, especialmente en el rural. Algunas han tenido que recurrir a ayudas económicas de la Administración para compensar la caída de su facturación y lograr sobrevivir. Otras, sin embargo, no han podido evitar ser devoradas por los números rojos del concurso de acreedores.

Ahora la Xunta planea la apertura de 41 nuevas farmacias en la comunidad. La modificación del mapa farmacéutico gallego, integrado por 1.345 establecimientos a día de hoy, se pone en marcha ocho años después de que el Gobierno autonómico adjudicara , por primera vez a través de un concurso público, 87 nuevas boticas en un proceso iniciado ya en 1997 e impugnado por los tribunales.

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El borrador del decreto, que no ha sido consultado con el gremio, según el presidente del Colexio Oficial de Farmacéuticos de Ourense, Vicente Jairo Álvarez, ubica 24 nuevos locales farmacéuticos en parroquias en las que no existe el servicio y 17 en concellos en los que el crecimiento de la población ha desajustado la ratio de farmacia por habitante que establece la ley. Buena parte de los que se integan en esta última categoría son municipios limítrofes o próximos a las ciudades-en las que no abrirá ninguna nueva farmacia, según la planificación de la Xunta-, que han visto crecer en los últimos años su padrón de habitante, fundamentalmente por ofrecer viviendas y alquileres a precios más bajos. Es el caso de Baiona, Moaña, Poio, Teo o Cambre. Ames, uno de los principales dormitorios de Santiago, es el ejemplo paradigmático: el aumento en más de 3.000 vecinos en su censo en los últimos ocho años tendrá su traducción en tres nuevas farmacias.

Por provincias, la mayor parte de los locales de estreno estarán en territorio coruñés, que ya lidera la oferta de establecimientos abiertos. Lugo y Ourense, albergarán cuatro y cinco más, respectivamente, mientras que las ocho restantes se ubicarán en Pontevedra. En este territorio, salvo las previstas en Poio y Barro, todas estarán dentro del área sanitaria de Vigo: en Baiona, Cangas, Moaña, Ponteareas, O Rosal y Salceda de Caselas.

Tras un análisis " a vista pájaro", Álvarez considera "adecuada" la reordenación del mapa de boticas, cuya existencia descubrió ayer tras una notificación de la Xunta, especialmente en el caso de las farmacias previstas en municipios en los que se registró un crecimiento de la población. Sin embargo, subraya que es en las áreas del rural, sobre todo de Lugo y Ourense, donde urge más que la Administración ponga la atención y los medios: "Las farmacias de las zonas rurales, cada vez más despobladas, necesitan ayudas, apoyo, que se les cuide y se les proteja. Aunque ya se está trabajando en ello ay que seguir reivindicándolo".

Horarios y turnos de guardia

La Consellería de Sanidade tramita también un nuevo decreto para regular los horarios, turnos de urgencia y vacaciones de las farmacias gallegas.

Álvarez deduce que la Xunta pretende otorgar mayor seguridad jurídica a "los acuerdos ya existentes por escrito entre los colegios de farmacéuticos y la consellería", a lo que atribuye que la Administración tampoco consultara con el gremio su contenido, pese a que así se afirma en el borrador.

Vicente Jairo Álvarez | Presidente del Colexio Oficial de Farmacéuticos de Ourense

"Las boticas siguen en crisis y la situación no mejora; muchas se endeudan para sobrevivir"

El presidente del Colexio Oficial de Farmacéuticos de Ourense, Vicente Jairo Álvarez, reconoce que un análisis de la situacion del gremio aún apunta hacia el calificativo de "díficil". Aunque prefiere no cuantificar los aprietos con números concretos,Álvarez, destaca que "muchas" boticas todavía atraviesan dificultades: "Las farmacias gallegas siguen en crisis. Las facturaciones continúan cayendo y la situación no mejora. Muchas sobreviven endeudándose. Hay embargos y bastantes concursos de acreedores".

Si bien reconoce que la apertura de boticas, previstas en el nuevo mapa farmacéutico propuesto por la Xunta, podría, afectar a la caja registradora de las ya existentes, confía en que, al ubicarse en zonas urbanas en las que el censo ha medrado en los últimos años, el impacto se solvente "sin problemas " con el "reparto" de clientela entre las veteranas y las nuevas:

"Lo que nos preocupa es lo que sucede donde no hay gente". Según Álvarez, en las zonas del rural gallego el cuadro de dificultades se incrementa debido a la creciente pérdida de residentes: "El mapa planteado por la Xunta responde a las necesidades de atención de la población pero espero que también tenga en cuenta los desajustes que se producen como consecuencia de los desplazamientos poblaciones desde las áreas del interior hacia las urbanas". No solamente por intereses gremiales, señala Álvarez, sino porque el vaciamiento del rural, además de hacer "peligrar" la supervivencia de muchas farmacias, afecta "a la propia estructura" territorial y social de Galicia.