A pesar de que el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, dejó clara ya su negativa a transferir la AP-9 a Galicia, tal y como reclaman por unanimidad los grupos parlamentarios de la comunidad autónoma, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, no tira la toalla porque, de lo contrario, estaría incumpliendo, según dice, sus promesas electorales. "Entre cumplir mi programa o seguir los dictados de mi partido, voy a cumplir mi programa electoral", advirtió ayer en el Parlamento, después de que tanto PSdeG como En Marea le volvieran a echar en cara su falta de peso político en Madrid.

"El Gobierno no deja de darnos bofetada tras bofetada, muchas de ellas en su cara", le espetó el portovoz socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, quien además denunció el recorte de inversiones para Galicia en los presupuestos del Estado para 2017. Incluso reveló que las cuentas estatales fijan la conclusión de la conexión de alta velocidad entre Ourense-Madrid en el año 2024.

"Usted se comporta como un delegado del Gobierno", le recriminó también el portavoz de En Marea, Luís Villares, que dio por hecho que se volverá a "plegar" a los intereses de Madrid.

En relación a la AP-9,Feijóo arremetió contra el PSdeG porque, según recordó, en 2007 cuando gobernaba el bipartito votó en contra de una propuesta del PPdeG para transferir esta autopista a Galicia y además el entonces presidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño llegó a un acuerdo "ruinoso" con el Gobierno al comprometerse a pagar el 50 por ciento de las bonificaciones de los peajes de Rande y Barcala.

"Algo se ha avanzado", destacó. Y así presumió del acuerdo alcanzado con el Ejecutivo central para que se asuma el coste total de las rebajas de los peajes. "Ahorramos 180 millones de euros", sentenció.

Y, en relación al AVE, Feijóo echó en cara que Podemos rechazase una moción en el Senado a favor de esta infraestructura. Feijóo asumió un retraso de tres trimestres en la conclusión de las obras pero garantizó que estarán finalizadas a finales de 2019. "Y si no es así, yo seré el primero en aceptar que no se cumplió con Galicia", sentenció.

Y ante los reproches de Leiceaga por los 1.400 millones de inversión que recibirá el País Vasco tras el acuerdo entre el Gobierno y el PNV, Feijóo retó a los seis diputados socialistas gallegos a pactar los presupuestos del Estado. "Si es así yo me comprometo a cambiar el PSdeG por el PNV", apuntó

También se abordó en el pleno del Parlamento la solicitud de segregación de Ferroatlántica. Tanto el PSOE, el BNG y En Marea reclamaron a la Xunta que no se someta al "chantaje" del empresario Juan Miguel Villar Mir. Feijóo prometió ser "garante de la ley y el empleo" y explicó que se estudiará si la solicitud de la empresa se ajusta a la legalidad. En todo caso, Villares le mostró el Boletín del Registro Mercantil donde Ferroatlántica ya se ha inscrito como una nueva sociedad segregada. Según el conselleiro de Economía, Francisco Conde, eso "no significa nada". Ana Pontón ha señalado que "300 familias están en la cuerda floja" . Y duda que Villar Mir garantice el empleo. "Solo quiere coger la pasta y pirarse".