En 2016, la Xunta afrontaba la primera evaluación final de primaria con el rechazo de parte de la comunidad educativa. El resultado fue de un 40% de absentismo según la Administración y del doble conforme a la versión de la Plataforma Galega en Defensa do Ensino Público, que llamó a la rebeldía. Un año después, las cifras son similares. Esta vez la prueba es muestral, solo le tocó a 125 centros, aunque otros 39 se apuntaron de forma voluntaria para autoevaluarse, pero los números son parecidos, al menos en la primera jornada. Educación cifra la participación del alumnado en torno a un 60% y los detractores de las pruebas la rebajan al 20% e incluso a menos y aseguran que los datos de "insumisión" superan los de otros años.

Los datos son para los exámenes de sexto pero también incluyen el estreno de la evaluación final de 4º de ESO, que realizaron 70 centros. Ambas comenzaban ayer con los cuadernillos de tres de las cinco competencias evaluadas y con las críticas de los padres agrupados en la Confederación de Anpas Galegas, quienes reprocharon a la Xunta "tirar el dinero" en unas pruebas que la ciudadanía "no quiere" y que tacharon de "rotundo fracaso" la convocatoria vista la asistencia.

En comarcas como O Morrazo -donde cinco centros habían sido elegidos para participar en uno u otro examen- los datos les sirven de argumento, y es que solo un alumno hizo la prueba de Primaria, en Beluso, mientras en los otros dos colegios de primaria ni siquiera se abrieron las pruebas. En Secundaria, por el contrario, la gran mayoría optó por realizar el examen. En el Deza, sin embargo, ocurrió al revés: el seguimiento en la ESO fue reducido, dado que únicamente congregó al 11% de los estudiantes elegidos en la zona en ese curso, mientras sí acudieron todos los convocados en sexto y repartidos en dos colegios. En Vilagarcía las ausencias también fueron una inmensa mayoría en primaria, el único convocado: en A Lomba solo acudieron 9 de 66 niños y en Arealonga, 2 de 72.

Con "normalidad"

Al margen de las discrepancias en torno a cuántos escolares realizaron al final las pruebas, Educación, que apunta que los datos son provisionales, destacó ayer que las evaluaciones se desarrollaron "con normalidad". En la misma línea se había pronunciado antes el titular del departamento, Román Rodríguez, quien también criticó los "posicionamientos extemporáneos" en contra de unos exámenes que se hacen "en muchos países de Europa" y permiten un "diagnóstico" de la situación educativa e implementar "medidas de mejora".

Del lado contrario, Anxo Louzao, que habló ayer en nombre de la Plataforma Galega en Defensa do Ensino Público, que se manifestó ante la Xunta en Santiago escenificando una reválida al conselleiro, alegan que las pruebas son "inútiles", que las autoridades conocen las "carencias del sistema" y que se somete al alumnado a un "estrés innecesario".