Aunque parezca que en el mundo se habla de una "nueva economía" como otra consecuencia de la crisis para buscar, precisamente, el remedio a todos los males que provocaron la gran recesión global, la verdad es que el concepto, tan de moda, es algo más viejo. Ya a mediados de los años 90 apareció en el discurso de los países desarrollados, sobre todo en Estados Unidos, para retratar el auge de las compañías ligadas a internet, las famosas punto-com. Esa burbuja también pinchó y la "nueva economía" engloba hoy la transición hacia un tejido productivo basado en el conocimiento y que tiene como principal protagonista al emprendedor.
Así que el fenómeno de los viveros de empresas fue casi la respuesta natural a la necesidad de crear nidos confortables para el alumbramiento de nuevas compañías. España se enganchó tarde y en los últimos años vivió una auténtica "explosión". En 2015 rondaban los 580, según los datos recopilados por la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) y la Universidad Rey Juan Carlos. Galicia contaba con 43, pero, como está ocurriendo en el resto de autonomías, las incubadoras para los emprendedores se han ido transformando "en otro tipo de estructuras" para acompañar a los proyectos o, directamente, muchas se quedaron por el camino por falta de presupuesto o reducidas para centrarse en calidad y menos cantidad. En la actualización del análisis la participación de viveros se desploma a 227 y en la comunidad rondan únicamente la decena.
Uno de ellos aparece de nuevo entre los mejores de España. Es el vivero de empresas de la Cámara de Comercio de Santiago, la quinta del ranking de aquellas entidades con servicios de mayor calidad.
"No trabajamos para aparecer en ningún listado. Somos una entidad que cree en las empresas y los empresarios con el objetivo de que cada vez haya más porque son el elemento básico y esencial de la sociedad de bienestar", explica Fernando Barros, secretario de la Cámara de Comercio compostelana. Su vivero tiene en estos momentos 28 empresas en espacio físico y otras 22 en vía virtual. En los dos últimos años la ocupación supera el 90%.
"Ahora -continúa Barros- se emprende por necesidad". Es la alternativa "al grave problema del desempleo, enormemente alto en los jóvenes". "No nos lo podemos permitir", advierte. El azote del paro al colectivo explica que la edad media de los emprendedores en su caso ronde los 38 años. Barros, que achaca el éxito del vivero santiagués al "buen equipo" de gestión y al respaldo sin reservas de los órganos de dirección de la entidad cameral al vivero, lanza una petición a las administraciones para que acaben con "las muchas dificultades" que hay en España para abrir una empresa. Sobre todo por la burocratización, "en lo que parece que cada vez vamos a peor".
Entre los viveros medianos que destaca Funcas figura el Centro de Iniciativas Empresariales (Cie) de la Fundación de la patronal de empresarios de Lugo, en el puesto 16; el Centro de Iniciativas Empresariales Mans, bajo la batuta de la Fundación Paideia que impulsó la fallecida Rosalía Mera (21); y Uninova, la incubadora de empresas de base tecnológica de la Universidad de Santiago y el Concello de la capital gallega (41).
El estudio del apoyo al emprendedor incorpora en la edición 2016-2017 a las aceleradoras de empresas. Hay 73 activas en España, según Funcas. De las 24 que ocupan los mejores puestos por los resultados conseguidos, dos están asentadas en Galicia.
La séptima del país en la categoría de "avanzadas" es ViaGalicia, una colaboración de la Zona Franca de Vigo y la Xunta, a través de la Axencia Galega de Innovación (Gain). La iniciativa es 100% pública. Los proyectos seleccionados reciben información, asesoramiento y la posibilidad de acceder a financiación en ayudas directas o con inyecciones de capital riesgo. Van ya cuatro ediciones, 120 proyectos apoyados y 50 con financiación. "ViaGalicia se enmarca en la Rede Galega de Aceleradoras impulsada por la Xunta", recuerdan en la Consellería de Economía, Emprego e Industria, con un total de 500 proyectos y una inversión de 14 millones de euros. Las aceleradoras "juegan un papel clave", valora el departamento que dirige Francisco Conde, porque "transforman iniciativas emprendedoras innovadoras en empresas".
En Zarpamos los mentores son los propios emprendedores. Es su valor añadido. Esta aceleradora de A Coruña especializada en actividad financiera, salud, comercio electrónico, distribución, turismo y sector primario -y con un programa internacional a medias con The Academic College of Tel Aviv Yalfa- se coloca como la novena mejor de las de tamaño mediano del país. "No nos gusta mucho la palabra éxito porque eso depende del hito que te marques. A veces el éxito parece estar marcado por la inversión, pero puede ser anterior, en la viabilidad de la empresa, por ejemplo", cuenta Manuel García, director de Zarpamos y socio.
El hecho de que sean los propios directivos, con una trayectoria larga en el emprendimiento, los que ponen la financiación sobre la mesa ayuda "a la coherencia y la honestidad" de su tutela a los proyectos. "Si hay que decir que no, se dice", apunta García. Zarpamos cuenta actualmente con 17 empresas en maduración. ¿Se puede emprender en Galicia? Rotundo, el director de Zarpamos, asegura que sí. "De hecho, hay bastantes emprendedores", subraya. "¿Cuántos están teniendo resultados? Eso es más complicado -apunta-. La mentalidad de los gallegos tiene sus beneficios y a veces perjudica. Cuando estamos fuera nos ayudamos entre todos. Aquí, nos tiramos piedras".
