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El campo busca ayudas europeas para proyectos con una inversión de 128 millones

► Las previsiones superan en un 39% las cifras de 2016 ► La Xunta estudia anticipar fondos comunitarios para atender las casi 200 demandas de subvenciones

Una explotación de vacas en el Deza. // Jose M. Salgado

La comunidad gallega vuelve a mirar al campo con intensidad. Este sector se ve como una decidida oportunidad de negocio y de crecimiento económico, mucho más allá del marchamo de actividad complementaria con el que convivió muchos años. La prueba está en los numerosos proyectos de inversión que se han lanzado en Galicia destinados a las transformación y comercialización de productos agrarios, aprovechando, eso sí, el marco de subvenciones europeas para hacer más llevadera la aportación inicial de fondos privados. En el marco de la convocatoria de ayudas de las UE para impulsar la industria agroalimentaria se han presentado 190 proyectos con inversiones programadas por importe de 128,6 millones de euros, lo que, según la Consellería do Medio Rural, se trata de una cifra récord por el volumen de recursos que se pretenden movilizar. Tal es el empuje de la iniciativa privada en este campo, que la Xunta se plantea solicitar una reprogramación de los fondos europeos, anticipando a este año partidas previstas para los próximos ejercicios.

Las previsiones de la Xunta se han visto desbordadas y, a falta de tramitar, verificar y cribar las peticiones de ayudas para impulsar proyectos de la industria de transformación y comercialización agroalimentarios, actualmente carece de suficientes fondos para hacer frente a tal volumen de solicitudes. Lo reconoció el propio presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, en un reciente acto público con economistas. "Las solicitudes para ayudas en el sector agroalimentario están en récord histórico desde el punto de vista de la inversión. Vamos a tener que pedir una recomposición de los fondos europeos de 2018 para este año porque no tenemos capacidad para responder a todas las peticiones de inversión", declaró Feijóo.

La orden subvenciones europeas se publicó el 30 de diciembre de 2016 y cuenta inicialmente con un presupuestos de 27,5 millones de euros. Una partida que a estas alturas, con proyectos con inversiones por 128,6 millones, se prevé que quede corta, por lo que Medio Rural tiene la intención de ampliar el presupuesto. No obstante, el movilizado final va a ser menor, dado que algunos planes se quedarán por el camino, bien porque no cumplen los requisitos, las empresas no presentan toda la documentación requerida o simplemente porque los promotores desisten de su propósito antes de poner la primera piedra. De hecho, de las 190 solicitudes presentadas, 32 ya ha sido descartadas en una primera fase.

En la convocatoria de 2016 se presentaron inicialmente 128 propuestas con una inversión total de 92,5 millones de euros, pero al final solo quedaron, tras la criba, 59 proyectos por valor de 66 millones de euros. Su puesta en marcha, para lo que tienen un plazo de tres años para su desarrollo, se llevó 25 millones de euros en subvenciones, la mayor parte de origen europeo.

Con respecto a 2016, las solicitudes registradas este año son un 48% superiores, mientras que el volumen de las inversiones previstas es un 39%, alcanzado así la cifra más alta en un año para iniciar proyectos de transformación y comercialización de productos agrarios.

Estas ayudas, que pueden llegar a financiar el 50% de los costes, están destinadas a empresarios individuales o sociedades que realicen actuaciones como construcción, adquisición y mejoras de bienes inmuebles -excepto terrenos- y la compra de maquinaria y equipaciones nuevas, incluidos los programas informáticos y los soportes logísticos. "El fin último es crear una nueva industria agroalimentaria o mejorar las ya existentes", asegura la Consellería do Medio Rural.

La actividad industrial alimentaria aporta al PIB autonómico 6.500 millones de euros de valor añadido bruto, superando ya el peso de la automoción. Este sector, que integra también la elaboración de bebidas y de piensos para animales, además de la transformación pesquera, cuenta en Galicia con una masa de asalariados compuesta por 17.400 trabajadores tras un incremento en el primer trimestre de este año con respecto al anterior del 10% (1.700 empleados) y del 30,8% con respecto a marzo de 2016, manteniendo un comportamiento bastante más estable que el resto de la industria manufacturera, incluso durante la crisis.

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