Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La llegada de niños a las aulas repunta en 215 alumnos

Nacen menos pequeños, pero los padres aumentan las matrículas a los 3 años

Galicia posee cada vez menos gallegos, pero, paradójicamente, las aulas acogerán en su primera etapa 215 niños más que el curso pasado, registrando un repunte tras años de caídas. La Consellería de Educación registró 18.323 solicitudes para acceder al primer año de Infantil, es decir, para que los pequeños de tres años entren por primera vez en el sistema educativo. Se trata de un 1,1% más que el año pasado, cuando la caída alcanzó los casi 1.500 pequeños, tendencia que se mantiene desde el 2009.

Este dato constituye una anomalía, al menos desde 2013, último ejercicio del que el departamento dirigido por Román Rodríguez ofrece datos sobre peticiones de colegio para los nuevos alumnos. En aquel año, los centros educativos registraron 20.612 demandas de plaza, cifra que fue descendiendo paulatinamente en los posteriores cursos -19.833, 19.592 y 18.108- hasta el aumento actual.

El dato contrasta con la caída de nacimientos. A cuarto de Infantil -el primer curso- se deberían incorporar niños nacidos en 2014, cuando los alumbramientos se redujeron en 97 niños hasta situarse en 19.630, según el Instituto Galego de Estatística, que recoge otro descenso con el último dato disponible en 2015 con 19.630. ¿Cómo es posible, entonces, que los centros educativos hayan registro más peticiones de plaza para el curso 2017-18 que para el actual? Por la decisión de los padres.

La fase de educación obligatoria comienza a los seis años. Escolarizar a los niños a partir de los tres es optativo, por lo que el mayor celo de los progenitores para que sus pequeños inicien su vida en las aulas determina el número de solicitudes y el repunte anteriormente explicado. En el curso actual, el 91,7% de los niños nacidos en 2013 pidió pupitre en algún colegio gallego, por el 93,3% para el que se iniciará el próximo mes de septiembre.

El envío de los más pequeños a las clases genera debate entre defensores de los beneficios de que comiencen la escolarización a los tres años y quienes apuestan por retrasar al máximo esa decisión. En el primer grupo, por ejemplo, se sitúa el premio Nobel de Economía James Heckman, que considera las aulas como un factor reductor de la desigualdad social y de mejora del rendimiento académico e incluso labora. "Las personas que asisten a preescolar tendrían una mayor productividad posterior en el mercado de trabajo", declaró, según recoge eldiario.es. Del otro lado, un caso concreto: Finlandia. En el país nórdico, la escolarización obligatoria se sitúa en los 7 años, si bien se trata de una sociedad con menos desigualdades que, por ejemplo, la española. Alegan los nórdicos la necesidad de esperar a un mayor grado de madurez intelectual para que los niños se sienten en los pupitres.

Más allá de ese debate, el repunte de peticiones para acceder al sistema educativo gallego no oculta la pérdida de niños en las aulas en las fases más tempranas. En Infantil se acumulan cuatro cursos consecutivos con pérdida de alumnos. En 2013 comenzó el descenso hasta los 67.240 (-0,7%), continuado con los 65.465 un año después, los 64.350 de 2015 y los 62.213 del año pasado, último del que se tienen datos cerrados a falta de que se matriculen los niños para el curso que arranca el próximo septiembre.

Compartir el artículo

stats