La CIG-Saúde denunció ayer la previsión de las gerencias de las áreas sanitarias gallegas de cerrar unas 1.200 camas hospitalarias durante los meses de verano, una decisión que "se extiende", en algunos casos, hasta el mes de octubre. El sindicato expone que, a falta de datos oficiales que confirmen el número definitivo de camas, "todo indica" que esta cifra "será similar a la de años anteriores".