Al mercado inmobiliario le cuesta pegar el estirón en Galicia, a años luz de lo que está ocurriendo en la mayoría del resto de comunidades. Aquí en marzo se vendieron un total de 1.195 viviendas. Son un 9,1% más que en febrero y un incremento anual del 18,7%. En el conjunto del Estado la subida en comparación con el mismo mes del pasado 2016 se dispara hasta el 27% y el número de operaciones está en máximos de los últimos seis ejercicios. Desde el arranque de 2011 que no se transmitían tantas casas. Nada que ver con Galicia, que da salida en estos momentos a la mitad de los inmuebles que se comercializaban entonces, unos 2.350.

Los datos de marzo no son una excepción. Mes a mes, tanto con el balance de transmisiones de la propiedad, como con los informes de precios o la evolución de la firma de hipotecas, el sector en Galicia muestra una recuperación a cámara lenta, que los expertos achacan al empuje del alquiler como alternativa más barata por la merma del poder adquisitivo, la baja actividad todavía del ladrillo en los concellos más grandes y al envejecimiento de la población: menos hogares nuevos creados por jóvenes y, por lo tanto, menos negocio para constructoras y promotoras.

Con la suma de las operaciones de enero a marzo en este 2017, en Galicia se vendieron 3.564 viviendas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). A día, cerca de 40. Son las mejores cifras en el primer trimestre de los últimos cuatro años, después de un ascenso del 8,3% respecto al mismo periodo de 2016. Pero se trata del tercer incremento más bajo de todo el país, frente a una media estatal del 15%.

La Rioja lidera el ritmo del mercado inmobiliario este ejercicio. Las transmisiones de vivienda aumentaron un 32,2%. A continuación están Cantabria (24,5%), Baleares (24,1%), Cataluña (23,3%), Castilla y León (19,7%), Comunidad Valenciana (18,9%), Castilla-La Mancha (18,2%), Asturias (18,1%), Aragón (16,8%) y Murcia (16,5%). Por debajo de la media nacional, como apunta el INE, aparecen Extremadura (12,8%), Madrid (11,4%), Andalucía (11,1%) y Navarra (10,6%). En el furgón de cola van, además de Galicia, el País Vasco, donde el alza en el primer trimestre fue del 7,1%; y Canarias, la única región con caída de las ventas de pisos, un 1,6%.

Entre las provincias gallegas, el comportamiento es muy diferente. A Coruña concentra algo más del 40% de las transacciones (1.445), pero acumula un descenso entre enero y marzo superior al 4%. Las ventas en Pontevedra ascendieron a 1.231 después de un alza del 24,1%, casi el triple que la media de la comunidad y diez puntos por encima del total nacional. El alza en Ourense fue del 18,4%, hasta las 405 transacciones; y del 7,1% en Lugo, con 483.

Tampoco hay muchos cambios en la tendencia que Galicia muestra desde el pinchazo de la burbuja inmobiliario: el cada vez mayor peso de los pisos y casas de segunda mano en las transacciones. En el primer trimestre de este año se comercializaron 2.584 viviendas usadas, el 72,5% del total de las ventas. Un porcentaje histórico en el mercado inmobiliario gallego. Las nuevas sumaron únicamente 980.

Para analizar la situación actual de la actividad en Galicia basta con echar un vistazo a los últimos coletazos del boom de la vivienda. En el primer trimestre de 2007 las ventas se movían a un ritmo de 96 al día. El mínimo se tocó en septiembre de 2013, con 796 operaciones.

Además de las compraventas, entre enero y marzo se anotaron en los registros de la propiedad autonómicos 88 donaciones de viviendas, 33 permutas, 2.143 cambios de manos en pisos por herencia y 2.665 transmisiones de otro tipo, entre las que están operaciones mixtas o divisiones horizontales.