Abanca cerró definitivamente su periodo de transición desde la subasta de las antiguas cajas tras zanjar el pasado febrero los pagos pendientes al FROB, o, como apunta la propia entidad, este primer trimestre del año sirve de arranque de "una nueva etapa estratégica" que dio sus primeros frutos con la reciente compra de la financiera del Popular por 39 millones de euros para impulsar su orientación hacia el "negocio micro" con pequeñas y medianas empresas y crédito al consumo, la especialización y calidad de los servicios y la multicanalidad en la atención a los clientes. Y los resultados de momento le acompañan. El beneficio entre enero y marzo alcanzó los 153 millones de euros, el doble que en el mismo periodo de 2016.

Un incremento contundente que contrasta con las dificultades del sector para hacer negocio en el escenario de bajos tipos. Abanca lo achaca al "notable incremento" de los ingresos recurrentes, la inversión en digitalización y la bajada de la morosidad.

El alza del margen de intereses (14,2%) y las comisiones (5,6%) dejan el margen bruto, el que recoge los ingresos de la actividad tradicional puramente financiera, en algo más de 150 millones de euros, con un avance interanual del 10,2%. Las participadas aportan 1,4 millones; otros 4,1 millones vienen por el cobro de dividendos; y el resultado de operaciones financieras suma 144,1 millones. A pesar de que las transacciones con los clientes aumentaron cerca de un 30% -más de 10,2 millones cada día-, los gastos de explotación medran únicamente el 0,1% (129 millones de euros). El freno de los impagos permitió recuperar 16,3 millones del colchón contra fallidos.

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Esa es otra de las patas que aguanta las cuentas trimestrales de Abanca. Que sigue mejorando la morosidad. Los préstamos dudosos se reducen un 19%, hasta los 2.101 millones de euros, con una tasa de mora del 6,54%. Hace un año estaba en el 8,25% y en el 6,8% en diciembre. Lo que, según la entidad, le sitúa "entre las mejores entidades del sector en calidad de la cartera". La tercera, en concreto.

En estos tres primeros meses de 2017, el crédito crece en 712 millones de euros, hasta los 26.283 millones de euros. Pymes y autónomos absorben el 65% del total. Los recursos captados entre la clientela suman 34.810 millones después de una subida del 4,4% respecto a marzo del ejercicio anterior. Cinco de cada diez euros están en cuentas a la vista, el 34% en depósitos a plazo y el 15% restante en fondos y planes de seguros de ahorro, en los que Abanca destaca especialmente su evolución: en fondos de inversión, las subscripciones netas ascendieron a 467 millones de euros; y las primas de nueva producción en el negocio asegurador se incrementaron un 33,7%.

La hoja de ruta para los próximos meses pasa por mantener por encima del 14% la ratio de capital, actualmente en el 14,5%; que la rentabilidad sobre los recursos propios (ROTE) se mueva entre el 9 y el 10% -a falta del dato de marzo de 2017, la entidad cerró 2016 en el 9,7%-; que la morosidad siga en descenso hasta quedarse entre el 4,5% y el 5,5%; y que el crédito a la clientela aumente en unos 700 millones de euros y ascienda a 27.000 millones.