El decreto que regula el alquiler ocasional de pisos y regulariza su actividad turística entrará en vigor mañana, a pesar de las quejas de los propietarios de estos y de la advertencia de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que amenaza con denunciar la norma ante la justicia por ser demasiado “restrictiva”. La directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, defendió esta mañana el decreto y confió en que las alegaciones que presenten ante ese organismo sirvan para evitar un conflicto. El plazo para enviarlas concluye el 17.

El Ejecutivo regulará a partir de mañana el alquiler ocasional de viviendas con fines turísticos, una modalidad hasta ahora en un limbo legal, con el objetivo de proteger al consumidor y también regular una actividad complementaria para el sector hotelero, según expuso esta mañana Castro a preguntas de la prensa durante la presentación de la Estratexia do turismo de Galicia 2020. “Podrán publicitarse de forma transparente y, si pasa algo, el turista tendrá respaldo normativo y al revés”, añadió.

Aunque abrió la puerta a introducir cambios en la norma -“tiene que ser susceptible de cambios”, dijo-, esta entra en vigor mañana con la amenaza de la CNMC. Este ya envió un requerimiento a la Xunta pidiendo la anulación de restricciones como limitar a un mes el período de alojamiento, restringir el alquiler por habitaciones o permitir a los ayuntamientos establecer un tope de pisos de esta modalidad en su territorio, entre otros. Algunos de esos preceptos ya fueron tumbados por la justicia en Canarias.

A pesar de esas quejas, Castro defendió la potencial ayuda que ofrecerá regular esta actividad en concellos con escasa oferta hotelera. Citó Baiona como ejemplo. “Veo ahí una oportunidad. En Baiona no hay tanta [oferta] y tendría una oportunidad”, dijo.

Respecto a la estrategia turística, Castro estuvo acompañada de Adolfo Neira, miembro del Clúster del Turismo, para ilustrar que se trata de la primera hoja de ruta elaborada a medias por administración y sector. El objetivo general pasa por superar los casi cinco millones de turistas actuales y alcanzar los seis en 2020, de los que dos deberían proceder del extranjero.

Castro fijó como clave la modernización y pidió fijarse en otros modelos para luchar contra algunos de los lastres del sector como la precarización o el escaso conocimiento de idiomas. Ofreció cursos de la administración a los profesionales, categoría en que pidió incluir “no solo a hosteleros y hoteleros, sino desde los taxistas a los guías”.

“Este es un plan que pone más deberes para el sector que para la administración”, reconoció Neira.