La decisión anunciada esta mañana por la Guardia Civil de cerrar al tráfico tres pasos fronterizos entre Galicia y Portugal obligará a vecinos de municipios de la 'raia' a dar una kilométrica vuelta durante cuatro días. Desde el instituto armado se ha anunciado que entre Pontevedra y el país vecino únicamente se podrá circular por los dos puentes internacionales de Tui.

La medida, por tanto, supone la clausura entre la noche del miércoles y las 00.00 horas del domingo de un total de tres pasos fronterizos. Puentes que unen núcleos de gran vinculación a ambos lados del Miño a cuyos residentes y visitantes se les condena a un rodeo que pueden llegar hasta los 80 kilómetros.

Es el caso de los vecinos de Arbo y Melgaço, que en vez de estar prácticamente unidos gracias al puente sobre el Miño, deberán recorrer prácticamente 82 kilómetros. Situación similar a la que afrontarán los vecinos de Salvaterra y Monçao, que constituyen en la práctica un núcleo urbano que comparte ocio y servicios. En menos de media hora se llega a pie del consistorio de uno al del otro, pero la visita del Pontífice hace que la distancia entre ambas localidades sea de 33 kilómetros al tener que llegar hasta Tui para cruzar la frontera.

Igualmente, de algo más de 30 kilómetros será la distancia que haya que realizar para ir de Tomiño a Vila Nova de Cerveira. El cierre de este puente internacional multiplica por seis la longitud del itinerario.