En una comunidad cada vez más envejecida, los mayores se han convertido en un pilar fundamental para las familias. Sus pensiones no solo han sostenido muchas economías domésticas, debilitadas durante la crisis, sino que su apoyo en el cuidado de nietos e incluso de otras personas dependientes ha sido vital para la conciliación laboral de sus hijos. En Galicia uno de cada cuatro gallegos de entre 55 y 79 años se encarga del cuidado habitual de sus nietos. Son más de 187.000 abuelos los que asumen esta tarea, de los cuales 79.000 lo hacen a diario y más de 108.000 alguna vez a la semana.
Los datos los aporta la Consellería de Política Social en el "Estudio sobre el perfil de las persoas mayores" que ha servido de base para elaborar su Estratexia de Envellecemento Activo 2016-2020. Además de encuestar a la población de entre 55 y 79 años, recogió opiniones de algunos de los abuelos y consultó con expertos. En su informe la Xunta reconoce que los mayores echan una mano a sus hijos en el cuidado de sus nietos "por no poder permitirse una guardería y así facilitar su integración en el mercado laboral".
Pero esto supone, en ocasiones, una carga excesiva para los mayores. "En muchos casos te ves en la obligación y asumes una faceta que no te corresponde y te saca tiempo para hacer otras actividades", explica uno de los participantes en los grupos de discusión.
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De los 789.250 gallegos de entre 55 y 79 años, el estudio revela que el 31,3 por ciento (247.000) cuidan de sus nietos. Aunque no todos con la misma frecuencia. Casi 52.000 lo hacen, de hecho, solo de forma puntual. Sin embargo, otros 187.745 lo hacen a diario o semanalmente. Y es ahí donde surgen los conflictos, según recoge el informe. "Existe el consenso de no querer cuidarlos siempre y cuando los hijos quieran, quieren hacerlo solamente en un caso de necesidad, pero no de forma habitual", concluye la Xunta tras escuchar la opinión de mayores y expertos. La principal queja es que no les dejan tiempo libre. "Los nietos son para gozar de ellos, pero sin cargas ni obligaciones para criarlos y educarlos", trasladan los entrevistados. De hecho, la educación de los nietos puede generar tensiones con los hijos. "Se producen problemas que alteran las relaciones familiares. Los abuelos, por su experiencia no están de acuerdo con las ideas de sus hijos y éstes no aceptan las intromisiones en la educación de los suyos", apunta el estudio.
El número medio de nietos bajo su cuidado es de dos. Y hay diferencias entre el ámbito urbano y el rural. En las ciudades hay un mayor porcentaje (35 por ciento) de mayores que en algún momento se hacen cargo de estas tareas, frente al 27 por ciento del rural.
Pero no es la única carga de los mayores. El 15 por ciento -más de 118.000- ejerce de cuidador de una persona que necesita ayuda por problemas de salud o discapacidad. Suele ser su pareja, un familiar o incluso un amigo o vecino. De ellos 94.700 lo hacen a diario y 14.200, varias veces a la semana. Su labor consiste en el cuidado personal, ayuda doméstica y darle acompañamiento ecomional. Y los expertos alertan: "el rol de cuidador es totalmente contraproducente a nivel vital y de salud".
"Su trabajo les provoca agotamiento físico y emocional, ya que implica muchas horas de cuidado de la otra persona", concluye el estudio.
Por eso, entre las recomendaciones que recoge el informe a la Xunta se incluye la necesidad de prestarles apoyo económico y social para ejercer el papel de cuidador "o para no tener que hacerlo cuando no es por voluntad propia".También proponen centros de día para las personas que cuidan y que descansar por unas horas y apoyo psicológico.
