Al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, le gustaría que el PP pudiera pactar los presupuestos generales del Estado de este año con el PSOE en vez de que con los nacionalistas vascos. Pero no fue así "porque los socialistas dimitieron de sus responsabilidades" y al final su partido tuvo que recurrir al PNV, que a cambio de su apoyo consiguió inversiones por importe de 3.400 millones de euros para el AVE del País Vasco, rebajar en 540 millones su aportación anual -el cupo- a las arcas del Estado y obtener la devolución de otros 1.400 millones por discrepancias en el cálculo del cupo desde el año 2007. Sin embargo, estas contrapartidas no preocupan a la Xunta, pues entiende que las inversiones programadas para Galicia se mantendrán tal como estaban recogidas en el proyecto de presupuestos y que las obras del AVE y su entrada en servicio a finales de 2019 no corren riesgo alguno. "Ninguna preocupación ni ninguna alerta detectada", valoró ayer Feijóo al término del Consello de la Xunta el pacto firmado con el PNV para iniciar la tramitación presupuestaria.

El titular del Ejecutivo gallego indicó que estará atento, pero que no tiene constancia de que las inversiones prometidas para el AVE vasco vayan a suponer una disminución de las partidas asignadas al tren de alta velocidad gallego o a proyectos similares de otras autonomías.

Es más, Feijóo añadió que tampoco podía hacer crítica alguna a que el PNV reclamase la conclusión de su tren, cuyo tramo más complejo es la denominada "Y" vasca, cuando la Xunta hace lo propio con su línea de alta velocidad de conexión con Madrid, para la que, dijo, no se pueden aceptar más retrasos. "Si defiendo el AVE gallego para 2019 no puedo estar en contra de que el AVE llegue a Euskadi en 2021. No puedo criticar lo que quiero que llegue a Galicia en 2019", dijo, aunque eso suponga destinar al País Vasco unos 3.400 millones de euros.

Si en cuanto al contenido del acuerdo con el PNV que permite avanzar con los presupuestos generales del Estado Feijóo no pone objeción alguna, sí la encuentra en que el PP tuviera que recurrir a los nacionalistas vascos, pero poniendo el foco crítico en la actitud del PSOE, de quien censuró su negativa a negociar los presupuestos "porque dimitió de sus responsabilidades de partido grande".

Feijóo prefería llegar a un acuerdo con los socialistas en vez de que con el PNV, pero es un mal menor porque, dijo, Galicia y toda España necesitaban los presupuestos sin tener que esperar a que el PSOE resuelva sus avales y primarias.

"Lo lógico sería que el PP pactara con el PSOE y no con un partido nacionalista, que como partido nacionalista lo que le preocupa son las demandas de una parte de España que es Euskadi. Pero eso fue imposible, porque el PSOE no aceptó pactar los presupuestos", declaró Feijóo. Posteriormente, volvía a incidir en que no le gusta el pacto con el PNV dado que es un acuerdo con "un partido que representa exclusivamente a una parte de la población de una parte de España" y en la razón del mal menor y de que eran los únicos "mimbres" que tiene el PP: "Si el PSOE se niega a hablar, prefiero tener presupuestos a no tenerlos".

Con esta idea ratificó que lo importante es aprobar las cuentas e iniciar las inversiones, que para Galicia son "fundamentales" ya que está en juego la conclusión del AVE.

Lo que si reclamó el presidente de la Xunta es que el Gobierno clarifique la regulación del cupo vasco, un modelo recogido en el Estatuto de Euskadi y en la Constitución por el cual la hacienda vasca recauda todos los impuestos y luego cede al Estado la parte correspondiente por los gastos de los servicios generales de la Administración central, como defensa, infraestructuras, embajadas o pago de la deuda.

"Esto necesita transparencia y clarificación. Estoy convencido de que todos los presidentes autonómicos tienen interés de saber cómo funciona. Es lógico tener información al respecto. Lo que queremos es transparencia y saber las consecuencias del cupo en el nuevo modelo de financiación autonómica", reivindicó Feijóo, con la vista puesta en la reducción en 540 millones de euros de la aportación anual a las arcas del Estado.