El Gobierno gallego ha puesto en marcha esta semana la segunda fase para erradicar la plaga de la patata. Tras recoger más de 49.000 kilos de tubérculo de simiente depositado en los almacenes, los técnicos de Medio Rural iniciaron la retirada de las plantaciones arrancadas en cuatro de los 31 concellos infectados por la polilla guatemalteca -13 de las comarcas coruñesas de Ferrol, Eume y Ortegal y 18 de la Mariña lucense-. Cerca de 17.000 kilogramos de patata se recogieron en tan solo dos días en los ayuntamientos de Cabanas, Ares, Riotorto y A Pontenova, según avanzó ayer la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez.

Tanto el producto almacenado como las cosechas extraídas en los municipios en cuarentena serán enviados a incinerar a una planta de Cerceda (A Coruña). Para hacer frente a las pérdidas ocasionadas a productores y comerciantes, el Ejecutivo autonómico aprobó una línea de ayudas, por las que fija una indemnización de 40 céntimos por metro cuadrado al arrancar el tubérculo y hasta 70 céntimos el kilo.

Durante un acto celebrado en Vigo, la conselleira de Medio Rural avanzó que la retirada de la patata en las fincas afectadas por polilla se está haciendo "con total normalidad", aunque reconoció que "siempre puede haber pequeños incidentes".

Y como ejemplo, puso el de alguna persona mayor que desconozca las medidas puestas en marcha por la Xunta para frenar el avance de la plaga, bien porque no vio la noticia en los medios de comunicación o no se acercó hasta la oficina agraria, donde informan de la retirada de la producción en las zonas infectadas. "Son casos mínimos", detalló Ángeles Vázquez, al tiempo que pidió "solidaridad" de los propietarios con plantaciones de patata para que arranquen la cosecha y así los técnicos procedan a su recogida según la ruta establecida para los 31 ayuntamientos afectados.

Las parcelas de patata que tendrán que ser arrancadas para su posterior destrucción son casi 4.500 en la comunidad: un total de 2.364 en los 13 ayuntamientos infectados por la plaga en la provincia de A Coruña y 2.115, en los 18 concellos de Lugo.

Los dueños de estas explotaciones tienen que extirpar sus plantaciones y entregarlas a Medio Rural, esté el producto infectado o no por la polilla. Los técnicos se encargan de recoger los sacos "puerta por puerta" y pesarlos para calcular su indemnización antes de enviar la producción a destruir.

La retirada en las fincas sembradas comenzó el martes. En tan solo 48 horas, los técnicos de Medio Rural recogieron en los primeros cuatro concellos donde se inició la ruta de retirada -dos coruñeses y dos lucense- cerca de 17.000 kilos. Tras recordar que hay una línea de ayudas abierta para otorgar las indemnizaciones pertinentes -una partida de 250.000 euros, pero que también incluye a los afectados por la plaga del pino-, la conselleira de Medio Rural apuntó ayer que aunque lo ocurrido "no es culpa de nadie, y mucho menos de quién sembró la patata, sí es cierto que es un problema que "hay que atajar entre todos".

"Lo que pido es solidaridad a la hora de facilitar el trabajo a los profesionales que están haciendo la recogida con el fin de que no se expanda la polilla de la patata al resto de la comunidad, porque ahí sí que el problema podría ser mayor", reclamó.

Ya en las campañas de 2015 y 2016, el departamento que dirige Ángeles Vázquez destruyó casi 7.000 kilos de patata en los municipios afectados por la plaga. Los productores que tuvieron que destruir sus cosechas recibieron una indemnización de 0,30 euros el kilogramo.

Junto con Galicia, Asturias es la otra comunidad afectada por la polilla guatemalteca. La plaga ya llegó al centro del Principado, que se enfrenta a las mismas medidas de protección que se aplican en A Coruña y Lugo.