Es una doble cara del sistema sanitario. Mientras miles de personas aguardan en las listas de espera para recibir la asistencia requerida, otros muchos miles más dan plantón a su médico y no se presentan en la consulta ni avisan con antelación de su inasistencia. El pasado año, cada día laborable -excluyendo por tanto festivos y fines de semana- 4.936 personas incurrieron en esta falta, es decir, no acudieron a la cita médica programada, lo que supone un incremento del 43% con respecto a los registros de 2014. Por entonces, no llegaban a los 3.500 los enfermos que no se presentaban en el centro de salud o en el hospital.
Según los datos facilitados por la Consellería de Sanidade, el pasado año se perdieron 1,224 millones de consultas en el Sergas porque los pacientes no se presentaron el día señalado. Por este comportamiento no existe ninguna penalización y un paciente puede faltar, por razones justificadas o no, las veces que quiera, pero el Sergas recuerda a los ciudadanos que no vayan a acudir a la cita que pueden comunicarlo previamente a cualquier hora del día para dedicar ese tiempo a otra persona, reduciendo así esperas innecesarias a otros pacientes.
El comportamiento varía sustancialmente si se trata de la atención primaria o de una consulta hospitalaria. Es en esta última modalidad donde se produce la mayor tasa de absentismo sin aviso previo, que fue durante el pasado año del 9,43%. Esto se traduce en que prácticamente uno de cada diez pacientes no acudió a la cita programada con el médico especialista. En los centros de salud la tasa de plantes fue muy inferior, del 2,9%.
Pero al traducir este absentismo a números absolutos es cuando esta conducta adquiere su dimensión real. En total se registraron 1,224 millones de inasistencias, 471.784 en consultas con el especialista en hospitales y 752.398 en las citas con el facultativo de atención primaria. Si una consulta hospitalaria dura de media unos 20 minutos, ese casi medio millón de inasistencias injustificadas suponen nada menos que 157.000 horas.
Pese a que la tasa de absentismo es superior en la atención hospitalaria, los números absolutos son menores porque se realizan también menos citas programadas que en los centros de salud, algo más de cinco millones de consultas con el especialista fente a los casi 26 millones con el médico de atención primaria. Así, por las 1.903 faltas diarias en los hospitales se registran 3.033 en los ambulatorios, siempre según los datos del Sergas.
Por contra, el porcentaje de pacientes que llaman para anular su cita por no poder acudir es mínimo, no llega al 5%.
Aunque detrás de este absentismo puede estar la desidia de algunos gallegos, en la mayoría de los casos los plantes están directamente relacionados con la espera. Cuando la cita se programa a varios meses vista es muy probable que al final el paciente se olvide del día que tiene que acudir al médico. O en otros casos, el enfermo se busca una solución alternativa para no esperar tanto tiempo y acude a un médico privado o bien va al hospital por urgencias, de manera que cuando llega el día de la consulta ya ha resuelto su problema e ignora la cita.
En el primer trimestre de es año, no obstante, se ha reducido levemente la inasistencia a las consultas programadas, en parte por llamadas telefónicas de recordatorio que se hacen desde el Sergas. En atención primaria el absentismo ha bajado al 2,7%, dos décimas menos que los registros del pasado año, mientras que en la atención hospitalaria la reducción a sido un poco inferior, de solo 1,5 décimas, para quedar en el 9,28%.
