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Javier Pérez Aznar: "El mejor modo de tratar el acoso es dar el poder a los alumnos con tutorías entre iguales"

"Antes de los 14 años, los niños no deben tener móvil ni acceso a las redes sociales"

Javier Pérez Aznar.

Definir el acoso escolar, identificarlo, ver cómo intervenir y abordar cómo prevenir un problema que dicen sufrir casi uno de cada cinco adolescentes gallegos es el temario que bajo el epígrafe "el gran reto" del bullying desarrollará ante las fuerzas de seguridad que asistan hoy a su curso en la Academia Galega de Seguridade Pública uno de los grandes expertos en la materia, Javier Pérez Aznar, que preside la Asociación NACE (No al Acoso Escolar).

-Nuevas tecnologías y los menores, también el acoso. ¿Está preparada la sociedad para lo que se le viene encima con esta mezcla?

-Respecto al bullying no. Y menos en internet. Es un mundo desconocido en el que siempre vamos por detrás, parcheando por la poca capacidad de previsión. Por eso es muy importante trabajar proactivamente, formando buenos usuarios, que los chicos sean responsables y conscientes de lo que supone y sean capaces de gestionarlo.

-El caso práctico de los móviles con datos: ¿cuándo?

-La edad oficial en todas las aplicaciones es 14 años porque a partir de 14 hay responsabilidad penal. Anteriormente de eso no tendría que tener ninguna red social, lo que pasa es que al final la acaban teniendo y cada vez desde más jóvenes. Es muy importante nuestra coherencia de cara a los niños, darles buen ejemplo. Porque, ¿cómo usamos internet? ¿Facebook? Hay padres que dicen "estoy aquí en las Bahamas y no vuelvo en tres meses". Solo falta que dejen la llave bajo la alfombra. Y a ver qué fotos publicas.

-¿Hacen bien unos padres que antes no quieran regalar un móvil?

-Creo que sí. Es verdad que en secundaria el uso es mayoritario pero antes, 5º y en 6º, que empieza a haber más, pienso que todavía no es muy recomendable porque lo utilizan muchas veces como arma contra otros compañeros. Y como marca una distancia se emplean expresiones muy duras y violentas. En fin, no es un uso provechoso y recomendable. En esa época tiene que disfrutar, hablar, comunicarse, también con los padres. El otro día me hablaron de una app para niños con inteligencia artificial que detecta cómo está el niño y si está triste avisa al padre. ¿No somos capaces de saber cómo está nuestro hijo? Es preocupante.

-¿Hay que espiar a los niños?

-No se debe. En todo caso, si es bajo el consentimiento del propio hijo. Internet o las redes sociales es para los niños un espacio emocional; entonces no podemos violarlo. Es como un diario. ¿Qué tenemos que hacer? Estar con nuestros hijos. No vigilando las cosas que hacen, porque además son muy listos, si les espías se hacen otro perfil o lo ven en el móvil de otro. Eso no da más resultado que perder la confianza del niño y sin ella es cuando está expuesto al peligro. Porque si le sucede algo no lo va a decir porque sabe que ha desobedecido y se le pone en una situación de vulnerabilidad. Lo que sí que hay que tener es una comunicación de calidad. No sólo "cómo te ha ido en el colegio", sino entrar en el detalle, generar mucho intercambio de información concreta. Eso va a permitir que tu hijo confíe en ti y que si pasa algo acuda a ti. Es importantísimo.

-¿Cómo se detecta el acoso?

-Es un problema tremendo porque nos enteramos tarde y mal, cuando el niño ya no puede más. Es importante saberlo cuanto antes. Tenemos un método sencillo: cuatro C para profesores y tres para padres. La primera, cambios, cosas que antes no pasaban: suspende, trae la mochila rota, pierde los bolígrafos, está irritable... La 2, campana: pellas, absentismo, ponerse malo los domingos por la noche, somatización de la ansiedad. Tercera C: el cuerpo. El cuerpo no sabe engañar. El de una persona que sufre acoso está encogido, no aguanta la mirada, va con la capucha puesta, intenta pasar desapercibido. Y para el profesor la 4 es la de C de costumbres: niño que va al lavabo tras el patio; que siempre está pegado a los profesores, que llega el último y se va el primero... Pero la manera más eficaz para tratar el acoso es darle el poder a ellos mismos.

-¿En qué sentido?

-Por ejemplo, nosotros trabajamos con la tutoría entre iguales, donde chicos de 3º son tutores de los de 1º. Si se mete contigo un compañero de 1º se lo dices al tutor y evita que se repita, ya no estás indefenso y además no eres un chivato porque se lo dices a un compañero y no a un profesor. Y los chavales tienen una capacidad de resolución tremenda, el poder. Pero también hay que implicar a toda la comunidad educativa, y hay que formar al docente, como se hace en Galicia, y que sea un estilo de vida en el centro la tolerancia cero al acoso. Sobre la formación, es necesario que los profesores sepan lo que están haciendo. Lo que no puede ser es que en las universidades los profesores, los estudiantes de Magisterio, los psicólogos, los pedagogos, que se van a encontrar, sí o sí, con el acoso escolar en sus aulas no se les enseñe nada. Es increíble.

-PISA cifra el acoso en Galicia en casi un 18%. ¿Lo considera plausible?

-Creo que maneja cifras reales. Las manifestaciones de la violencia son muchas. Es muy habitual el maltrato verbal. El insulto, el mote, la burla, no es tan llamativo pero hace un daño tremendo. Por eso el trabajo de prevención tiene que ser en el buen trato. Existe maltratador pero no existe buentratador en el diccionario. ¡Qué lástima que esa palabra que debería ser la habitual no exista!

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