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La vía forzosa para combatir la morosidad

Quiebras por deudas y litigios con morosos obligan a subastar en Galicia propiedades por casi 123 millones

Se venden este año propiedades tasadas en 39 millones por la mitad de su valor con rebajas incluso del 90% -Pontevedra copa la mayor parte de los procedimientos

La crisis económica de empresas y familias, así como litigios entre particulares, ha provocado que las deudas se hayan ido acumulando en algunos casos hasta provocar la actuación de la justicia para saldar cuentas mediante la vía forzosa del embargo de propiedades y su subasta. En lo que va de año, los juzgados gallegos han puesto a disposición del mejor postor 389 bienes por un valor de 75,1 millones de euros para abonar el dinero pendiente a acreedores particulares, empresariales o financieros, si bien 237 de las pujas han quedado desiertas y por las 152 cerradas se ha recaudado apenas 19,8 millones cuando habían sido tasadas en 39. Si se le suman los procesos en marcha, las subastas alcanzan las 589 propiedades por 122,6 millones de euros.

La subasta judicial supone el último paso en un proceso de reclamación de deuda. Antes de llegar a él, existen fases de negociación e incluso los monitorios en sede judicial, una especie de arbitraje exprés para evitar un litigio más costoso y prolongado. En los cuatro primeros meses del año pasado, se produjeron subastas -cerradas- de 449 bienes, pero su valor fue menor que el de los 389 de este ejercicio: 54,6 entonces por 75,1 ahora. Sin embargo, a estos procesos finalizados se unen los que se abrieron desde enero y todavía no han concluido, por lo que aún puede pujarse por casas, fincas, vehículos, concesiones mineras e incluso un lote de doce trajes de la marca "Azaraque", con un precio de salida de 4.476 euros en total. En marcha se encuentra la puja por 209 productos que suman en las cuatro provincias un valor de 47,5 millones de euros.

Depósito del 5%

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Las cifras están extraídas del portal de subastas judicial que el Gobierno puso en marcha en octubre del año 2015 para centralizar la información y no mantenerla únicamente en los juzgados. Los particulares pueden acceder a estos procesos, pero en su mayoría son profesionales quienes pujan por estos bienes.

De los procesos concluidos el año pasado, 237 quedaron desiertos y el procedimiento para participar explica alguna de las causas más allá del interés que suscite cada bien. Quien quiera adquirir alguno de ellos debe depositar el 5% del valor de salida para participar, por lo que muchos desisten ante bienes de alto precio. Además, si la puja es un 70% inferior a la tasación, se da la opción al acreedor de hacerse con el producto y mejorar la oferta. Las propiedades tampoco se pueden visitar y los expertos recomiendan también informarse sobre las cargas de cada una de ellas para tratar de adquirirlas evitando sorpresas.

Pontevedra es la provincia donde más procesos se han producido con 290 bienes a subasta, de los que 92 siguen aún en procesos abiertos. En total, su valor asciende a 68 millones, si bien las ofertas por 68 de ellos apenas han recaudado 4,2 millones. Los juzgados de A Coruña son los que más caja han hecho con 13,9 millones tras haber logrado postor para 33 bienes de los 150 ya ofertados, a los que se suman otros 50 en curso. El valor de todos ellos es de 35,5 millones de euros.

A gran distancia se sitúan Ourense y Lugo con procesos abiertos y ya cerrados sobre 32 y 86 propiedades, respectivamente, que suponen algo más de 19 millones entre ambas. Solo han logrado nuevos dueños 51 de ellos por 1,7 millones de euros.

Naves industriales a precio de ganga, permisos mineros y 81 pisos en una polémica urbanización

  • Los expedientes de las subastas evidencian las consecuencias de los años de crisis económica, cuyos efectos no han cesado pese a la mejora de las estadísticas. Abanca, Banco Popular y otras entidades financieras aparecen como acreedores en multitud de expedientes que fuerzan la subasta de bienes que acaban en manos de quien puja incluso diez veces menos de su valor oficial. Un ejemplo es lo sucedido en el lugar de Búa, en Barro, donde una casa con terreno fue puesta al alcance del mejor postor por 75.000 euros para que el segundo de los citados bancos pudiese cobrar una deuda de 27.883 euros. Quien más ofertó y se quedará con el bien, salvo que la entidad decida mejorar la cifra, tan solo puso sobre la mesa 7.500 euros. Más ganga resultan los 25.000 euros para hacerse con una nave industrial en Lugo tasada en un millón para saldar la deuda de tres millones con unos talleres. Son muchos los casos similares e incluso los que muestran deudas de un euro, que suelen responden a cuestiones familiares de herencias y trámites administrativos que deben resolverse mediante la subasta judicial. Pero las huellas de la crisis se perciben, por ejemplo, en la orden de subasta de 81 viviendas en la polémica urbanización que Fadesa levantó en el ayuntamiento coruñés de Miño. El dueño de esas propiedades, que no especifica el expediente para salvaguardar la privacidad de ciudadanos y empresas, ha visto su bienes tasados en 6,8 millones en total y, en uno de los pocos casos, las pujas recibidas superan el importe inicial hasta alcanzar los 10,1. A ellos se unen expedientes menos frecuentes, como la subasta de doce trajes de marca "Azaraque" por 4.476 euros, o muebles y permisos de desarrollo de programas y licencias comerciales por 55.000. Sin embargo, al frente de la lista se sitúan las concesiones de explotación de dos minas de pizarra en Ourense valoradas en 10 millones para saldar una deuda de 40. Las pujas ganadoras no superan los 600.000 euros.

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