En Marea testará su división el próximo sábado en la primera reunión de su máximo órgano después de que Luís Villares y sus afines se aliasen con los dos grupos críticos para que el primero conquistase la portavocía única del partido rupturista, lo que rompió el hasta entonces bloque central y convirtió en opositores internos a grupos como Marea Atlántica, la dirección de Anova y EU.

Este último grupo, ahora en minoría en el Consello das Mareas de 35 miembros, también tiene ya orientación temporal para concretar el anunciado órdago de tumbar a Villares por incumplir el programa interno que defendían en comandita y que vetaba la portavocía para quien ejerciese ese puesto en el Parlamento, caso del exjuez. El plenario del partido prevé reunirse en la primera quincena de julio y ahí quieren dar la batalla, según anunciaron. En principio, se trata de una propuesta de la coordinadora, pero lo más probable es que el máximo órgano del partido lo acepte, a pesar de que la fecha barajada en un principio debía de ser junio.

La coordinadora de En Marea, que dirige el día a día del partido con Villares al frente, decidió ayer ambas cuestiones, así como el programa de la reunión del sábado, sobre presentará su primer informe de actividad y rendirán cuentas los cargos públicos.

En julio se debatirán las responsabilidades en la coordinadora y los reglamentos de funcionamiento, así como, previsiblemente, el que desarrollo de la carta financiera que establece las donaciones de los diputados al partido.

Esa cuestión ha abierto una brecha en el seno de En Marea entre los impulsores del partido instrumental y el sector oficial de Podemos. A finales del año pasado, Villares anunció que los 14 diputados donarían al menos un 20% del salario al fondo común, dando margen para que cada uno aportase también a las arcas de su partido de procedencia.

Hace unas semanas, el portavoz de En Marea insistió en que todos se habían puesto al día en la cesión de fondos, a pesar de que tres diputados, miembros del sector oficial de Podemos, no lo han hecho. Su secretaria general, Carmen Santos, Juan Merlo y Magdalena Barahona aportan su cuota salarial a Podemos, pero no a En Marea.

El conflicto se enreda porque otros cuatro diputados de En Marea que también militan en Podemos no han confirmado su aportan a las siglas moradas parte de su sueldo, cuestión que está dirimiendo la organización por si existiese alguna infracción. Solo dos de ellos -Luca Chao y Paula Quinteiro- habían expresado su deseo de aportar únicamente a En Marea, mientras otros dos -Marcos Cal y Pancho Casal- esperaban a que se aclarase la situación.