La Xunta activó ayer el comité de seguimiento de los presupuestos generales del Estado como órgano autonómico encargado de verificar que las inversiones previstas y los compromisos del Gobierno central con Galicia se cumplen. Su misión principal será supervisar las obras del AVE, pues este proyecto se lleva casi 500 de los 900 millones que las cuentas del Estado destinan a la comunidad gallega este ejercicio.

Precisamente sobre las obras del la alta velocidad Ferroviaria, el presidente, Alberto Núñez Feijóo, situó en los años 2023 o 2024 la conclusión de la variante entre Taboadela y Ourense, el tramo más retrasado de toda la línea y que ni siquiera se ha licitado.

Como solución provisional para que el tren pueda llegar a Ourense a finales de 2019, Fomento renovará la línea actual con una inversión que ronda los 100 millones de euros. Preguntado si esta alternativa podría poner en duda la construcción de la variante exterior, Feijóo indicó que es un compromiso de Fomento y si bien el Gobierno situó su conclusión en los años 2021 o 2022, Feijóo la elevó ayer hasta el año 2024.

El comité de seguimiento de las inversiones está compuesto por el vicepresidente, Alfonso Rueda, y los conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, de Infraestruturas, Ethel Vázquez, y de Medio Ambiente, Beatriz Mato, y se reunirá cada tres meses.