El exceso de burocracia, la falta de suelo industrial disponible y a precios competitivos, la alta fiscalidad y la polarización de la propia economía gallega, entre otros factores, están lastrando la reindustrialización de Galicia. Economistas, empresarios y directivos que participaron ayer en la VIII Reunión A Toxa del Foro Económico de Galicia coincidieron en la necesidad de seguir apostando por el comercio exterior, con un mayor número de firmas exportadoras (solo Inditex y PSA absorben más del 40% de las ventas) y presencia en el mercado español, por invertir en nuevas cadenas de valor y sectores transversales, y por priorizar el apoyo a las pymes frente a la gran empresa.

La jornada arrancó con una exposición del catedrático de la Universidade de Vigo Albino Prada sobre la realidad de la industria gallega, sus principales amenazas y fortalezas, con los comentarios de Maruxa Sanmartín, presidenta del Grupo Maviva. El economista instó a trasladar el modelo de éxito de exportación gallega a mercados internacionales, abanderada por gigantes como Inditex y la planta de Vigo del Grupo PSA, al mercado español, en el que los productos de la comunidad no son capaces de penetrar con tan buen resultado como los de regiones como Cataluña. Aun así, el Foro matiza que Galicia necesita un mayor número de compañías que exporten, en concreto, 2.500 más (que se sumen a las más de 6.000 que ya lo hacen).

El reducido tamaño de las empresas y la escasa generación de valor añadido son otros de los problemas a resolver. Prada también emplazó a priorizar los esfuerzos en innovación y desarrollo en las empresas de tamaño mediano y grande y en nuevos modelos de negocio, así como incentivar la inversión en nuevas cadenas de valor que no existan en Galicia, así como en sectores estratégicos y en áreas "transversales," como pueden ser la movilidad sostenible o alimentación saludable.

Los empresarios que acudieron a esta primera jornada recordaron en sus intervenciones los escollos que tiene la industria como la excesiva burocracia, la falta de suelo industrial barato y la fiscalidad, haciendo alusión a la dura competencia que desde hace algunos años ejerce el norte de Portugal. Sobre la burocracia, se recordó que la fábrica de PSA en Balaídos tardó cincuenta años en obtener la licencia de actividad, algo impensable en cualquier economía desarrollada, y que el Puerto vigués está perdiendo tráficos en favor de Leixões (Oporto) por la lentitud en los despachos. Una empresaria también explicó que en Portugal la concesión de trámites es mucho más ágil que en Galicia y que reciben apoyos a todos los niveles, incluso municipales.

Con respecto al suelo industrial, otro de los participantes recordó que en el polígono de A Grela, en A Coruña, se está pagando el metro cuadrado de suelo 425 euros, y que tampoco existe en la comunidad un polígono en el que haya disponibles más de 500.000 metros cuadrados a disposición de una gran industria. Expertos y empresarios cargaron en este sentido contra el lento desarrollo de la Plataforma Logística de Salvaterra-As Neves, la Plisan, frente a la premura que sí se ha dado el norte luso.

La delegada del Consorcio de la Zona Franca, Teresa Pedrosa, llamó a la responsabilidad de todos, en referencia a empresarios, administraciones y propietarios de suelo, a la hora de captar nuevas inversiones, y recordó que para el proyecto de la Plisan se presentaron 6.000 contenciosos judiciales. "Esto en Portugal no pasa", señaló. Pedrosa explicó que en vez de publicitar las ayudas que el país vecino ofrece a las industrias para que se instalen "deberíamos pensar qué debemos hacer nosotros para mejorar esto".

En la reunión también se emplazó a las administraciones a prestar un mayor apoyo a las pymes, que representan más del 95% de la masa empresarial de Galicia, frente a las grandes industrias como Inditex o PSA. Y se criticó la elevada fiscalidad frente a otras autonomías.