Ourense, la provincia gallega donde el tiempo es más extremo, está en abril como si fuera agosto. Sequía, máximas a nivel nacional y un cielo color bronce, rasgado por el humo de los incendios. En siete días, entre el domingo 2 y 9, una oleada de incendios forestales ha consumido al menos 374 hectáreas de monte, en el último capítulo de una plaga recurrente.

En Lobios aún no ha sido extinguido uno de los mayores de este año: 100 hectáreas devastadas por un frente que comenzó anteayer. El riesgo de incendios crece en una Semana Santa calurosa que ayer dejó en la ciudad una máxima cercana al valor más alto de la historia en un mes de abril.

El termómetro subió a 31.9º, cerca del registro más elevado en la capital a estas alturas del año, de acuerdo a la serie de datos, que se remonta a 1920. Hubo 32,9º el 7/4/2011, según la Agencia Estatal de Metereología (Aemet).

Con este ambiente de verano, el monte también sufre. La Xunta ha prohibido las quemas de restos agrícolas y forestales, y ha suspendido los permisos ya concedidos, hasta nuevo aviso. El incendio más importante todavía por sofocar afecta a Lobios. Medio Rural lo dio por estabilizado a las 20 horas de ayer. Comenzó a las 17.35 del domingo y ha afectado a una superficie de unas 100 hectáreas de monte raso. En su control han trabajado 7 axentes, 20 brigadas, 10 motobombas y 5 helicópteros.

Este frente se suma al extinguido ayer en Vilar de Condes, Carballeda de Avia (20 hectáreas de arbolado) y a otro sofocado el domingo por la noche en Vilariño de Conso (34 hectáreas rasas).

Desde el domingo 2 de abril, la provincia de Ourense padece incendios forestales con dimensiones más propias del verano. Ese día ardieron 125 hectáreas en Placín (Manzaneda) en apenas 8 horas. En la parroquia de Cangues, en O Irixo, un fuego iniciado el viernes 7 devastó una superficie de 30,82 hectáreas de monte arbolado y 39 hectáreas de raso. Este pasado fin de semana, A Xironda (Cualedro) sufrió otro de unas 25 hectáreas.

En resumen, en 7 días son al menos 374 las hectáreas arrasadas. Supone más de la mitad de la superficie arrasada en lo que va de año en la provincia de Ourense. Desde enero, se han quemado unas 700 en la provincia, en 16 incendios superiores a 20 hectáreas, los únicos de los que informa Medio Rural.

Las llamas inauguraron el año bien temprano, el mismo 2 de enero con un fuego en el concello de A Veiga, que calcinó 20 hectáreas. A partir de ahí, la mala racha se concentró en la tercera semana de marzo, con cuatro focos y el pasado fin de semana, con otros seis.

Los concellos más afectados han sido Manzaneda, con 125 hectáreas; Carballeda de Valdeorras, con 111 hectáreas devastadas en Candeda; Lobios, con un fuego en activo que ya ha alcanzado las 100 hectáreas; O Entrimo con 55 y Quiroga 45.

El seco otoño ha propiciado casi 200 incendios en Galicia en invierno, en concreto entre los meses de entre diciembre y enero. La tendencia de escasas precipitaciones y altas temperaturas ha continuado en marzo y abril, convitiendo a los montes gallegos en un polvorín.

El vicepresidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, hacía ayer un llamamiento a "extremar las precauciones en un momento en el que es muy fácil que se produzcan incendios" y recordó que la prohibición de realizar quemas forestales es una "medida efectiva", pero también "una llamada de atención" frente a los riesgos.

"Estamos viendo todos que la climatología, que es muy buena para el turismo y esperamos que muchísima gente se acerque a Galicia en esta Semana Santa, supone un riesgo añadido de que se produzcan incendios y, por lo tanto, eso nos lleva a tomar esa medida de prohibir las quemas", dijo Rueda.