La Consellería do Medio Rural cambiará el modelo de contratación de medios aéreos destinados a la extinción de incendios a raíz de los problemas registrados en los últimos años, con concursos públicos que quedaron desiertos y obligaron a adjudicaciones de urgencia -con la campaña de incendios ya iniciada- con un sobrecoste del 80% sobre el presupuesto consignado inicialmente, además de tener que montar el operativo de lucha contra el fuego sin contar, por primera vez, con aviones propios de la comunidad. Así que ahora implantará una nueva modalidad cuyo objetivo principal es evitar que las licitaciones queden desiertas y se pueda iniciar la campaña anual con todas las aeronaves disponibles y sin los sobrecostes que conlleva realizar las contrataciones de última hora y sin margen de maniobra.

El pasado año, la Xunta se quedó por primera vez sin aviones propios de lucha contra el fuego. El concurso quedó desierto y el Gobierno gallego tuvo que recurrir, a pocos días de iniciarse el periodo de alto riesgo, a la contratación de urgencia de helicópteros. Para evitar que se repitieran los problemas, Medio Rural quiso anticipar las licitaciones para esta campaña, llevándolas al mes de diciembre con el objeto de disponer de mayor plazo y garantizarse la adjudicación de los medios aéreos, además de recurrir solo a helicópteros, descartando la opción de los aviones.

Pero la operación ha vuelto a salir mal. La licitación estaba compuesta por dos lotes, uno con tres helicópteros con sus respectivas brigadas de extinción y otro con un aparato de coordinación y sus técnicos. En total, por 3,9 millones.

"Se presentó una única oferta la cual se declaró inadmisible", asegura el departamento de Ángeles Vázquez, una circunstancia que le lleva a cambiar el modelo de licitación. En vez de sacar un nuevo concurso, lo que hará es una consulta al mercado para determinar con carácter previo cuáles son los costes económicos de alquilar helicópteros, para así poder ajustar, posteriormente, la licitación a los precios reales y evitar que vuelvan a quedar desiertas porque ninguna empresa se presenta o plantea unas cifras muy por encima de los establecidos en el concurso público.

"Como consecuencia de la licitación anterior se considera ahora necesario realizar un sondeo al mercado de manera transparente para los efectos de poder definir mejor el escenario económico de este tipo de contrataciones, solicitando para ello información actualizada sobre los precios de mercado", precisa la Consellería do Medio Rural. Este procedimiento, que es la primera vez que se aplica, está amparado por una directiva del Parlamento Europeo del año 2014. Y el objetivo no es otro que en mercados muy especializados, como el de la lucha contra los incendios, las administraciones tengan pleno conocimiento del precio de los servicios para no quedarse cortos de fondos en las licitaciones, como le ha sucedido a la Xunta en los últimos años en una materia tan sensible como la extinción.