Luís Villares cumplió su primer día como portavoz no solo parlamentario, sino también orgánico de En Marea justificando su decisión de aliarse con las dos listas que tenían el 42% de apoyos frente a un bloque central de sus hasta ahora compañeros de bando para asumir el liderazgo interno del partido y elegir a los miembros de la coordinadora. Asegura que la "situación es reconducible", a pesar del mensaje de impugnación de estos últimos, fuera de ese órgano. También alega que En Marea carece de proyecto si la discusión gira solo en torno a quién ejerce de portavoz.

- ¿Considera rota En Marea tras el anuncio de impugnación de la dirección por parte de quienes hasta ahora estaban aliados con usted?

-La situación es absolutamente reconducible. Esos compañeros renunciaron a estar en la coordinadora, no se les excluyó. En el Consello de ayer [por el domingo] hubo dos ofertas de integración; una donde en la coordinadora estaban Iago Martínez, Noemí Prados, Rafa Dopico y Borja San Ramón, que representan los espacios que se dijeron excluidos de "Máis Alá!", y lo rechazaron. Luego, con una coordinadora proporcional se mantuvo a los tres primeros. No hay discusión, sino una renuncia ocasionada por la aplicación de la proporcionalidad, que es congruente con los principios estatutarios. Nadie entendería socialmente que nos saltásemos eso y la posición de muchos miembros de la candidatura fue de extrañeza y perplejidad cuando se pidió votar una opción que no cumpliese los estatutos.

- ¿De traición?

-No, pero sí de que las reglas de juego son para todos. Aunque nuestra candidatura fue la más votada, no tuvo un apoyo unánime y tenemos que respetar la pluralidad. Esto es la nueva política. Y luego, sobre el otro tema polémico, que son las portavocías; en primer lugar, el tema de uno o varios portavoces no cambia el proyecto político. Si un proyecto no es más que esto, es que no hay proyecto. Además, los estatutos de Vigo no establecen un sistema concreto. Pretendió establecerse un régimen en el plenario de diciembre con una enmienda que defendía la incompatibilidad entre el portavoz parlamentario y el orgánico y eso fue derrotado por el 90% de la asamblea. Había voluntad clara de no establecer esa limitación. ¿Que la candidatura "Máis Alá!" tenía un documento que establecía eso? Cierto.

- Y que encabezaba usted.

-Acepté porque no tengo problemas en que la portavocía sea de una forma u otra. Estoy al servicio de lo que establezca la mayoría. Si quería esto [que sea el único portavoz interno], debo prestar ese servicio. Si hubiese preferido una portavocía coral, estaba dispuesto también.

- ¿Cómo podía haberse evitado este conflicto ?

-Era evitable en la medida en que si todo el mundo hubiese cedido en algo, no se hubiese llegado a esto. Confluir es renunciar. Todo el mundo en la confluencia renuncia a algo. Las posiciones maximalistas obstaculizan. En todo caso, ahora la situación está desbloqueada.

- ¿Qué piensa cuando el sector que ha quedado fuera de la coordinadora dice que la elección es "nula de pleno derecho"?

-El motivo de no apoyar la propuesta de coordinadora de otras personas, precisamente, fue evitarlo. Que sea proporcional lo entiende todo el mundo. Propuestas de 9-2 [con una silla para cada lista minoritaria] no lo es y, aunque me sepa mal porque era mi propia candidatura, no podía respaldar una decisión contraria a los estatutos de Vigo.

- Hace unos meses usó un símil en que comparaba su relación con Xulio Ferreiro, alcalde de A Coruña por Marea Atlántica, con la de dos amigos que estaban espalda con espalda "contra los malos, como en las películas". ¿Lo mantiene?

-Se mantiene intacta. Cumplimos funciones complementarias y compartimos lucha.

- ¿Cómo explica la entrada en la coordinadora de miembros de Cerna que abrieron una dura crisis en AGE la pasada legislatura con la escisión de dos diputadas, una de ellas, Consuelo Martínez, ahora precisamente en la cúpula de En Marea? Muchos la acusan a ella y a Mario López Rico de ponerle palos a las ruedas a la unidad popular.

-Cuando En Marea se constituye no se ponen vetos a nadie. Todo el mundo tiene derecho a una oportunidad y pasado.

- ¿Qué pasará en el plenario de En Marea de verano tras el anuncio de intentar tumbar a la cúpula?

-En cuanto la organización eche a andar y se vea que somos útiles para organizarnos y establecer un discurso político, esto se diluirá. Todo el mundo está en su derecho de usar los mecanismos de la organización y, si se hace, daremos el debate.

- ¿Se sintió maltratado o minusvalorado tras abandonar la judicatura para ser candidato y luego ser vetado como portavoz orgánico?

-Vine aquí al servicio de la confluencia. Me sentí siempre apoyado por la base mareante.

- ¿Y por parte del otros dirigentes que le vetaron ese puesto?

-No, en absoluto. Nos estamos conociendo todos y estableciendo confianzas.