Dos de los tres "alcaldes del cambio" impulsores de En Marea como partido discreparon en diferente medida de la elección de la nueva coordinadora que abandera Luís Villares como único portavoz del partido. El más duro fue el regidor de A Coruña, Xulio Ferreiro, que aseguró que esa composición "rompe una lista de consenso [?] y deja fuera a sensibilidades importantísimas, diría que mayoritarias" del espacio de confluencia, entre ellas a su propia organización, la Marea Atlántica.

Ferreiro criticó de esa forma la alianza de Villares y sus partidarios de la lista "Máis Alá!" con las dos listas minoritarias, rompiendo la cohesión del primer grupo. En la coordinadora no se incluye a nadie de Marea Atlántica ni de las ramas oficiales de Anova y Esquerda Unida, así como tampoco del polo de Podemos más involucrado en En Marea -contrario a la línea oficial del partido morado en Galicia-.

A pesar de ello, Ferreiro se unió al anuncio de los 12 miembros del Consello das Mareas derrotados de dar la guerra interna en la asamblea que debería celebrarse en junio. "El órgano de dirección política de En Marea no es la coordinadora ni el consello, es el plenario", explicó antes de mostrar su confianza en que se cambie la decisión de alterar la propuesta de dirección quien "gana las primarias". "En una organización sana y democrática no debería ocurrir", espetó.

Su homólogo en Santiago, Martiño Noriega, resultó más comedido ante una dirección que "excluye" a un sector del rupturismo. "Los órganos de En Marea tienen que reflejar los espacios políticos que representa. Que haya esa distorsión me preocupa", zanjó.