Los responsables municipales arquean las cejas cuando se les nombra el concepto de "facturas en el cajón", una expresión para referirse a los pagos pendientes que no se aplican al presupuesto anual y se desvían al siguiente, con el posible retraso que puede suponer. Esa práctica contable fue seguida el año pasado por 91 concellos gallegos al cierre del ejercicio, sumando abonos pendientes por 27,4 millones de euros, datos que suponen un descenso respecto a la liquidación del año 2015 cuando fueron 107 los municipios que emplearon esa vía por un importe superior en diez millones: 37,8. Más de la mitad de esos 91 municipios no superan los 100.000 en deudas aplazadas.
Estas cifras aparecen en la documentación del Ministerio de Hacienda relativo a la cuenta 413 "Acreedores por operaciones pendientes de aplicar a presupuesto". El propio departamento define este apartado como el que " recoge las obligaciones derivadas de gastos realizados o bienes y servicios recibidos, para los que no se ha producido su aplicación a presupuesto siendo procedente la misma". Se trata de bienes y servicios recibidos por una entidad local para los que no se ha dictado "acto formal de reconocimiento y liquidación". Facturas en el cajón que no se han puesto sobre la mesa, lo que no significa que no se abonen.
En el reparto provincial, Pontevedra se sitúa como la que más abultada factura presenta, con 12,2 millones distribuidos entre 18 concellos, algo más de dos millones menos que la liquidación de 2015, aunque registra un considerable descenso en la lista de ayuntamientos que optan por esta práctica al pasar de 37 a 18.
La lista la encabeza Ourense con 29 municipios, a pesar de que suman la cifra más baja con 2,3 millones. En A Coruña la clasificación incorpora a 27 ayuntamientos con un montante de 8,1 millones. El saldo del ejercicio anterior fue de un consistorio más y una factura de 10,8. Por último, Lugo es la provincia con menos entes en la lista con 17, nueve menos que un ejercicio antes, y un saldo que se reduce dos millones de euros hasta los 4,8.
La información del Ministerio de Hacienda sitúa a Vigo como el concello que más dinero en facturas traslada del ejercicio pasado al actual, según los datos del último trimestre del año, con 4,7 millones de euros sobre un presupuesto del año 2016 de 225,6. En las ciudades, solo A Coruña se le acerca con 3,5, si bien reduce la cifra en 600.000 euros mientras el consistorio olívico la duplica.
Pontevedra y Lugo presentan 1,2 y 1,1 millones, mientras que Santiago apenas 70.000 euros. Según Hacienda, Ferrol registra un saldo de 0 y Ourense, que mantiene prorrogadas las cuentas del año 2014, previas a las elecciones municipales, carece de datos.
Las cifras más elevadas, en proporción a la dimensión del presupuesto anual y los vecinos, son las de tres ayuntamientos que superan, igual que Vigo, Pontevedra, Lugo y A Coruña, la barrera del millón de euros. Se trata del concello pontevedrés de O Porriño y de los coruñeses de Ponteceso y Laxe. Sus facturas aplazadas al ejercicio fiscal actual ascienden a 1,1, 1,4, y 1,2 millones de euros, respectivamente, para unas poblaciones de 19.567, 5.703 y 3.148 ciudadanos, respectivamente.
En el extremo opuesto, con deudas inferiores a los 100.000 euros, se sitúan 53 concellos, de los que 20 se encuentran en la provincia de Ourense, otros 20 en A Coruña y 9 en Lugo. Pontevedra presenta la menor cantidad con apenas cuatro. Se trata de Portas (874 euros), Oia (20.467), Sanxenxo (30.770) y Tui (95.084), de acuerdo con las estadísticas reveladas por el departamento dirigido por Cristóbal Montoro.
Diputaciones
Frente al saldo municipal, las diputaciones provinciales muestran un estado de salud financiera casi intachable. La de Lugo incrementó el saldo de su cuenta 413 de 1,5 millones en 2015 a 2,9 al cierre del año pasado, mientras que la de A Coruña apenas registra 300.000 euros. Las de Pontevedra y Ourense no desplazaron ninguna factura de un ejercicio presupuestario a otro, según Hacienda.
