Transcurridos 15 meses desde que fuera suspendido temporalmente de militancia, y nueve desde que el PSOE decidió su expulsión definitiva, la gestora federal ha acordado readmitir como afiliado al alcalde de Becerreá (Lugo), Manuel Martínez, tras apreciar que ha "normalizado las relaciones" con el Grupo Socialista en la Diputación lucense, institución de la que, además, es ahora vicepresidente.

En una resolución del Área de Organización a la que ha tenido acceso Europa Press, Ferraz ha acordado "dejar sin efecto la sanción de expulsión" del Partido Socialista a Manuel Martínez, así como restituir "sus derechos como militante".

El documento recoge que la documentación incluida en el expediente disciplinario incoado contra Martínez evidencia "que la situación conflictiva que afectó en su momento" al Grupo Socialista de la Diputación de Lugo "a consecuencia de las actuaciones llevadas a cabo por el expedientado, produjeron perjuicios a la imagen y a los intereses del partido".

No obstante, reconoce que "la situación actual" en el seno del grupo "conlleva que deba replantearse" la expulsión de Manuel Martínez, teniendo en cuenta que sus relaciones han "recobrado la normalidad" y que "continúa siendo el alcalde" de Becerreá, así como vicepresidente de la institución provincial.

Entregó la diputación al PP

Los hechos se remontan a junio de 2015, cuando Martínez compitió internamente -y ganó- en el seno de su partido por convertirse en el candidato a la Presidencia de la Diputación de Lugo. Sin embargo, el BNG anticipó que no recibiría sus votos, necesarios para superar a los del PP, debido a su condición de imputado -que fue archivada en abril de 2016-. Eso motivó que los socialistas eligiesen a Darío Campos, alcalde de A Pontenova, para el puesto.

Martínez, sin embargo, propició que el puesto fuese a parar a la popular Elena Candia, aunque más tarde Campos logró recuperar el cetro.