Tres diputados de Podemos del grupo de En Marea ceden parte de su sueldo a sus propias siglas y no al partido instrumental, si bien cuando este designe a su responsable de finanzas ambas partes confían en sellar un acuerdo sobre las aportaciones económicas. Se trata de la secretaria general de Podemos en Galicia, Carmen Santos; el responsable de Organización, Juan Merlo; y Magdalena Barahona, según confirman las fuentes consultadas.

Esta situación contradice las declaraciones efectuadas el lunes por el portavoz parlamentario del grupo rupturista, Luís Villares, que aseguró que sus 13 compañeros y él mismo aportaban parte de su salario a un fondo común perteneciente a "En Marea", según declaró en Vigo. Ayer matizó que se refería al "espacio de confluencia", sin distinguir entre las siglas comunes o las originales de cada uno de sus compañeros. "Lo importante es que quede claro que nadie se queda con más sueldo que aproximadamente tres salarios mínimos interprofesionales y el resto se dona al espacio de confluencia", explica.

Santos abunda en la aclaración del magistrado en excedencia. "Cada compañero dona a quien considera pertinente dentro de la confluencia, es una práctica distinta a la de quienes se financian ilegalmente", espeta en alusión velada al PP.

Coincide con Villares en que, una vez En Marea se dote de coordinadora y responsable de finanzas, se buscará un acuerdo sobre cesiones que será rápido, insisten ambos.

La cuestión de las donaciones salariales generó un desencuentro en En Marea poco después de que sus 14 diputados tomasen posesión. El grupo aprobó una carta financiera que establecía una aportación del 5% por cada tramo equivalente a un SMI, estableciendo ese baremo en 825 euros. La semana pasada se fijó un sueldo para un diputado raso de 2.200 euros de los 4.800 que percibe: 1.200 se abonan de IRPF, 800 se los queda el parlamentario para afrontar gastos y dietas y 600 irían a parar "al espacio de confluencia". "Cada parlamentario está realizando las aportaciones que corresponden con sus compromisos financieros y éticos", establece el grupo parlamentario.

El problema radica en la novedosa fórmula ensayada en Galicia tras integrarse los miembros de Podemos a título individual, sobre el papel, en el partido instrumental En Marea para concurrir a las elecciones. Siete de los integrantes del grupo parlamentario militan en la formación morada y han suscrito el compromiso con este de cobrar el equivalente a tres salarios mínimos -cifra que aumenta en función de cargas familiares- y donar el resto al partido y a organizaciones sociales seleccionadas por este.

Santos y los dos integrantes del sector oficial morado responden a ese código mientras los otros cuatro, críticos con la dirección de la primera, no desvelan qué camino siguen. Marcos Cal y Pancho Casal habían mostrado su disposición a destinar dinero tanto a Podemos como a En Marea, pero Luca Chao y Paula Quinteiro eran partidarias de responder solo ante la última.

La comisión de garantías estatal de Podemos analizará el modus operandi de ellos para decidir si cumplen con sus normas internas .