Los catorce diputados de En Marea ya aportan parte de su salario a la organización cinco meses después de tomar posesión de su puesto. Cumplen la carta financiera del partido instrumental, si bien su donación en metálico alcanza los 600 euros mensuales, reservándose cada uno otros 800 para afrontar los gastos de su actividad política, como viajes o comidas.

Trabas burocráticas para dotarse de un NIF habían sido alegadas por el grupo parlamentario para justificar el retraso en el cumplimiento de la carta financiera anunciada por Luís Villares, portavoz en la Cámara, en noviembre. Ese sistema establece que un diputado ceda un 5% de su sueldo por cada tramo equivalente a un salario mínimo interprofesional que perciba. En este punto, se resolvió establecer este baremo en 825 euros mensuales, aplicando a los 707 en que está fijado el SMI las doce nóminas que cobra un diputado, en lugar de las 14 contabilizadas por la administración. Las aportaciones se realizan en una cuenta bancaria de En Marea, según Villares.

De los 4.800 euros que percibe un parlamentario raso -la cifra sube en función de responsabilidades como portavocía, puesto en la Mesa o portavoz en comisión-, 600 irán a la organización en líquido y se reservarán 800 para gastos, lo que En Marea suma hasta computar la donación en 1.400, según fuentes del grupo parlamentario. Cada uno de sus miembros cobrará así 2.200 euros, 200 por debajo de los tres salarios mínimos fijados por el grupo confederal Unidos Podemos-En Marea en el Congreso como sueldo máximo. De nuevo, ahí se calcula la cifra prorrateando la cantidad en 12 pagas. La retención por el IRPF les supondrá 1.200 euros.

El propio Villares anunció por la mañana en Vigo que "todos" los diputados han comenzado a cumplir su obligación, al margen de las que cada uno haya contraído con su organización original, pues En Marea permite la doble militancia. Siete de sus integrantes forman parte de Podemos, por ejemplo.

El futuro encargado del área de finanzas del partido instrumental controlará que cada parlamentario cumple sus obligaciones una vez se reúna el Consello das Mareas para distribuir tareas internas. Tras constituirse a finales de enero, todavía no ha configurado su coordinadora por el choque acerca del papel de Villares, al que sus propios compañeros de candidatura interna no quieren como portavoz orgánico. Previsiblemente, el citado Consello se reunirá los días 1 o 2 de abril, aunque podría adelantarse a este fin de semana.

La cuestión económica, sin embargo, sigue sin aclararse en Podemos, después de que su dirección fijase el día de ayer como límite para que los siete diputados de En Marea que forman parte de su organización cumpliesen su código ético interno y aportasen también parte del sueldo a la organización. En principio, Luca Chao y Paula Quinteiro eran las que se habían mostrado reticentes a esa donación al entender que solo se debían a En Marea. El partido morado no aclaró ayer quiénes cumplen y quiénes no.

Por otro lado, el exdiputado de AGE, David Fernández Calviño, anunció ayer que abandonaba Anova.