El alcalde de Santiago y coportavoz saliente de Anova, Martiño Noriega, tachó de "lamentable" la bronca producida el sábado durante la asamblea de su organización por parte de unos militantes que han sido expulsados. "No refleja lo que fue un plenario absolutamente tranquilo", declaró ayer. "Esa es la única valoración que tengo, más allá de que, evidentemente, ni me agradaron a mí ni a los hombres y mujeres que allí estábamos", añadió.

Los hechos se produjeron durante la intervención el sábado de Xosé Manuel Beiras, fundador de Anova, en la que defendía su trayectoria. Un grupo de militantes censuró sus palabras, lo que soliviantó a otros de los asistentes. Un grupo de estos acabó agrediendo a uno. El colectivo Xeira, la organización juvenil del Frente Popular Galega, ya pidió disculpas por lo sucedido y anunció la expulsión de sus militantes implicados.