Para que las recomendaciones sobre vacunación sean efectivas, los destinatarios deben saber de su existencia. Y así como se puede considerar generalizado el conocimiento del programa de vacunación infantil -como demuestran las elevadas tasas de cobertura en inyecciones como la triple vírica, que alcanza a prácticamente el 98% de los neonatos-, la situación cambia cuando se trata de la vacunación de los adultos. De hecho, preocupado por la cuestión, el Sergas realizó una encuesta específica a los ciudadanos para valorar cuánto sabían al respecto y concluyó que los más enterados eran los mayores de 64 años, aunque estos mencionan sobre todo (un 84%) la vacuna de la gripe. Sin embargo, pocos apuntaban la del tétanos (7,6%) o la del neumococo (3%), a pesar de que desde el año 2000 va adherida a la campaña anual de la gripe.

De hecho, la cobertura de esta última vacuna, la antineumocócica, que el Sergas incorporó en el año 2000 para todas las personas de 65 años (o de edades superiores si no la recibieron con anterioridad) es bastante inferior a la de la gripe, ya que menos de uno de cada cinco beneficiarios potenciales de la inyección se la ponen. En esta última campaña, que culminó en diciembre al llevarse a cabo junto a la de la gripe para aprovechar su tirón, el colectivo de gallegos de 65 años que accedieron a inmunizarse pese a tenerla aconsejada no llega al 17%, según indica Xurxo Hervada, subdirector xeral de Información sobre Saúde e Epidemioloxía.

En la práctica, el dato se traduce, explica, en que recibieron la vacuna unos 5.500 gallegos de los en torno a 32.000 que estarían en la edad. Con todo, la cifra supone una mejora con respecto a ejercicios pasados, cuando se alcanzaron, según los informes recopilados por Sanidade, el 13,8 por ciento de cobertura (hace dos ejercicios) o el 15,4%, como ocurrió en la campaña anterior. Con esos números, y pese a los incrementos registrados, Hervada admite una cobertura "bajita". Y eso a pesar de que la "eficacia" de la inyección, afirma, es "buena", sobre todo entre los dos y tres primeros años tras recibirla. Los resultados están 15 puntos por debajo del mínimo marcado como meta por Sanidade, que busca superar el 30%.

Aunque la cobertura de vacunación de la gripe entre los pensionistas es mayor, y este año alcanza el 56,03% tras un crecimiento sostenido en los últimos años, tampoco llega al mínimo que se pone la Xunta como deseable, que sitúa en este caso en el 65%. Respecto a esta inyección, en la Consellería de Sanidade lamentan que pese a que la mejoría es "importante", aún queda trabajo por hacer y que la evolución es lenta. Y el camino por delante sería todavía mayor con la vacunación antineumocócica. Las bajas tasas de cobertura revelan un colectivo poco concienciado.

Por ello, Hervada avanza que el Sergas "incidirá" en concienciar a estos colectivos de las bondades de la vacunación -en el caso de la gripe ya lo hace a través de llamadas a casa, que lograron convencer este año a 3.560 personas más-. Pero no solo a los pensionistas, sino a todos los adultos. A partir del segundo semestre, señala, Sanidade prevé darle "pulo" al calendario vacunal del adulto, para que se conozca mejor. Ese calendario incluye vacunas en ciertos grupos de riesgo (antineumocócica, varicela, hepatitis B, meningitis B), la del tétanos (aunque ahora hay problemas de abastecimiento y se prioriza la profilaxis tras heridas susceptibles de infección), la protección a las mujeres embarazadas frente a la tos ferina o la protección de viajeros.