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Las nuevas tecnologías aplicadas a la salud

Galicia utilizará drones para transportar órganos y agilizar la atención en accidentes

-Estos aparatos portarán las neveras para los trasplantes desde el aeropuerto hasta el hospital -En los siniestros servirán de avanzadilla para evaluar el alcance y localizar a los heridos

Drones para servicios de emergencias, en Expourense. // Iñaki Osorio

Los drones salvarán vidas. La Consellería de Sanidade trabaja ya para usar estos aparatos con fines sanitarios. Su intención es que puedan trasladar órganos para trasplantes desde los aeropuertos hasta los hospitales. Y además se utilizarán para intervenir en accidentes con víctimas. Partirán de bases específicas que se habilitarán para estos vehículos aéreos no tripulados y también se instalarán en el techo de las ambulancias, de manera que cuando se registre una emergencia se lanzarán inmediatamente para que lleguen al lugar del siniestro lo más rápido posible. Llevarán cámaras y su función será localizar el punto concreto donde se registró el accidente, identificar las mejores vías de acceso, los posibles riesgos y determinar el alcance y el número de heridos. Podrán incluso dotarse de un desfibrilador para que personal voluntario que conozca las técnicas de reanimación pueda utilizarlo para evitar paradas cardíacas.

El uso de drones con fines sanitarios será especialmente útil en zonas de difícil acceso y en el rural, donde las distancias a un hospital o a una base del 061 son mayores. En la costa, por ejemplo, el tiempo que tarda en llegar una ambulancia haciendo el recorrido por carretera es más elevado que si se lanza un dron que vuela en línea recta y es capaz de alcanzar velocidades de 100 kilómetros por hora.

Aunque parezca ciencia ficción, la tecnología ya existe. En 2014 un estudiante vigués ideó una nave aérea no tripulada para atender emergencias médicas. Su prototipo lleva instalada una cámara que funcionará como los ojos del médico, quién podrá ver lo que está ocurriendo y además comunicarse con las víctimas o el personal de emergencias que haya llegado en primer lugar para darles las primeras instrucciones. Y un año más tarde un grupo de estudiantes gallegas desarrolló un dron que lleva acoplada una nevera y que permitirá el traslado de órganos para el trasplante. Esta nave podrá recogerlos en el aeropuerto y llevarlos hasta la azotea del hospital donde habrá un equipo médico esperando por ellos para bajarlos al quirófano.

Tras estos primeros prototipos la Xunta se aprovechará de la base de drones de Rozas, en Castro de Rei (Lugo), para fabricar la tecnología que mejor se adapte a sus necesidades.

Según explicó el gerente del Sergas, Antonio Fernández-Campa, en una entrevista a Redacción Médica, el uso del dron para atender emergencias médicas será "muy habitual". "Permitirá que cuando hay un determinado siniestro se encuentren vías de localización, vías de llegada, localización de heridos, ver posibles riesgos en algunos accidentes... Desde el punto de vista de las emergencias el uso de estos aparatos es bastante adecuado", señaló. "También estamos trabajando en otro tipo de usos como el traslado de órganos", añadió. Según aclaró, sería un sistema "más rápido" para realizar este tipo de transporte.

Pero lo que está más avanzado es el equipamiento de drones con desfibriladores. Su uso forma parte del programa "Acude e Axuda" para reducir la incidencia de las muertes súbitas. Las defunciones por paradas cardiorrespiratorias superan a los fallecimientos en accidentes de tráfico y en este tipo de patología la rapidez en la actuación es clave. Sanidade considera que cada minuto que pasa hay un 10 por ciento menos de posibilidades de recuperación.

El programa que implantará el Sergas -del que ya se hizo alguna prueba piloto- consta de tres patas. Por un lado, se formará a una red de voluntarios, empezando por la Cruz Roja, para dar atención de primeros auxilios. Además, se ha desarrollado una app, de manera que en caso de accidente o de que una persona sufra una parada cardiorrespiratoria se puede pedir ayuda desde el móvil e inmediatamente queda geolocalizada la posición de la víctima y además se ubica a los voluntarios más cercanos a los que se les envía un sms para que acudan al lugar del siniestro.

Sin embargo, en el rural la disponibilidad de desfibriladores es menor y las ambulancias pueden tardar en llegar. Es ahí donde entrarán en juego los drones, que volarán hasta el lugar donde se encuentra el paciente. La nave portará el desfibrilador. Los voluntarios colocarán los parches sobre la víctima y esperarán a que el dron de la orden de disparar. Entonces soltarán la descarga.

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